jueves, 1 de diciembre de 2011

Día 3 (Guatemala)

13/07/2011

La rutina de pasar las mañanas en Antigua empieza a coger forma. Como aquí mucho no se duerme, a las 9 hemos vuelto a la ciudad para dar un paseo por el mercado de artesanía que hay junto a la estación de autobuses. ¡¡Impresionante!! Hubiera comprado todo, pero me he contenido. Por ahora sólo he comprado un monederito de colores (que me ha costado 10Q o 1€) ya que el mio no era muy practico, pero tengo en mente ya una manta de esas de colorines, y varios souvenires, aunque esperaré a llegar al mercado de Chichicastenango, que creo que es impresionante y mas barato. Otra cosa importante es hacerse con el sistema de regateo, y recordar que si compras a primera hora te hacen mayor rebaja porque la primera compra del día se entiende como algo sagrado.

Después visitamos una agencia de viajes para pedir presupuesto para la ruta que queremos hacer el fin de semana: cuatro días de viaje para visitar Rió Dulce, Livingston y Tikal. La idea es salir mañana por la tarde después del proyecto (donde estamos de 13.00 a 17.00) hacia Rio Dulce, llegar a las 24.00 y dormir allí. El viernes ver los alrededores y a las 21.00 coger el bus hacia Tikal (las ruinas mayas) y llegar a las 24.00 a dormir en Flores. Al día siguiente tempranito a ver las ruinas, pasar la noche del sábado por allí, y el domingo coger el bus de vuelta pero parando a ver distintas ruinas que hay por el camino, en resumen un viaje impresionante.
La primera oferta que nos han hecho en una agencia ha sido 160€/persona para 8 personas, con bus privado y guía, sin incluir alojamiento. Pero ya sabemos que no podemos dejarnos guiar por el primer presupuesto, así que vamos a intentar que nos rebajen algo o acudir a un chófer llamado Isaac que ya conocen por aquí, con el que ya han hecho alguna excursión (así que esperamos nos haga precio de amigos).

De vuelta a casa nos toca de comer carne de res con arroz y ensalada... ¡voy a hacerme fan de los guisos guatemaltecos! Por ahora, es Chaito, una señora que trabaja en la casa, la que nos prepara la comida. A mi me parece la imagen típica de la mujer guatemalteca, con los años grabados en cada una de las arrugas de la cara, pequeña, siempre con una sonrisa, amable, silenciosa, especial... Pero esta noche llega la señora de la casa, Doña Elsa, que se encuentra de viaje en EE.UU., a ver a la familia en su primer viaje en avión. Ella es la que se encarga de hacer las comidas normalmente, y por lo que me han contado, cocina de maravilla... así que voy a tener que desenterrar el mito de que al viajar, adelgazas. Y de nuevo para el proyecto.

La realidad de Los Patojos la tienes que ir descubriendo poco a poco. De primeras parece una escuela alternativa más, de educación no formal, con recursos (en cierta medida), profesores comprometidos, niños ilusionados, gritos, juegos... Algunos de los niños vienen a pasar la tarde y para recibir apoyo escolar, pero otros tienen una forma de vida más desestructurada, que tú al principio no eres capaz de comprender. Hay miseria, maltrato, trabajo infantil y analfabetismo, pero el visitante sólo ve un montón de niños con ganas de aprender, de formarse, de ser emprendedores, de tener un futuro para ellos y para su comunidad. El comedor asegura que al menos tomen una comida completa una vez al día, y algunos de ellos ¡comen con unas ganas! Esta tarde hemos tenido una jornada productiva, a Los Fusionados les hemos puesto unos vídeos para intentar hacerles pensar un poco:
  • Abuela Grillo: para reflexionar sobre la a quién pertenecen los recursos.

  • El hormiguero, canción de Calle 13.

  • Don Quijote en Guatemala: con este vídeo quisimos comparar la situación de una familia en Guatemala y otra en España a final de mes, al fin y al cabo, en este momento de crisis, tampoco hay tantas diferencias en los salarios.


Tras el proyecto contactamos con el guía Isaac, que nos dejó el precio del viaje por 1000 Q, o lo que es lo mismo, 100 €. A las 19.00 estamos todos listos para cenar en el proyecto, con todos los profesores y voluntarios, que hoy nos toca cena italo-finlandesa, preparada por Nico. Mucho vino, buena compañía, pan con tomate, y espaguetis carbonara, más un Quiz de europeos contra americanos y la vida de Nico en fotos. Una velada sorprendente de la que seguro que nadie olvidará el número de lagos que tiene Finlandia (180.000), y la charla política que nos dieron sobre el peligro de entrar en política en un país como Guatemala, y las ganas que hay que tener para promover una revolución ideológica desde el seno de Los Patojos. Todos luchan por el partido Movimiento Unido Jocoteco, que pretende un cambio en la comunidad. Fue revelador palpar ese miedo escondido, ese peligro latente, que a todos, hasta ahora, se nos había escapado. Al fin y al cabo, esto no es un viaje de placer. 
Peligro de muerte en esta realidad que se esconde por los caminos empedrados de Antigua.


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