lunes, 15 de abril de 2013

Ya es primavera

Tengo mi particular teoría de que la primavera no empieza hasta el primer piropo (obsceno o no) de un desconocido. Cuando el calor aprieta y los primeros hombros desnudos se asoman tras los tirantes y se dejan las chaquetas en casa y se enseñan las piernas, cuando la piel se expone aún tibia de invierno esperando el bronceado, es entonces, y sólo entonces, cuando de improviso notas una mirada, una vuelta de cabeza, un comentario morboso… que te desnuda en plena calle y te justifica la sensación de que ya es primavera. Ni los meteorólogos, ni los primeros brotes del almendro, ni la ola de calor. La libido suelta por las calles es el método infalible para saber que ya podemos olvidarnos del abrigo, quitarnos el negro y explosionar de color. 
Fuente: capetownmagazine.com/holi-one

martes, 9 de abril de 2013

Luto a las ganas de vivir


De luto nos empieza esta semana de abril, donde casi es obligado vestir el negro en la calle.  Primero la Thatchter, entre celebraciones y llantos, rota por fin su carcasa de hierro. Le seguían en esta semana maldita, nuestra Sara Montiel, cansada de esperar fumando, y todos los muertos del telediario a los que nadie llora desde el televisor. Pero a mí el que más me duele, con sus 96 años apagados de golpe, es Sampedro. Mira que casi no le conocía yo, que poco me había asomado a sus letras hasta ahora, pero con ese aire de humanista y sabio, de viejito cercano, de indignado… con esa sapiencia llana que divulgaba en la sociedad, llamando a los jóvenes a la revolución, sí que siento que hemos perdido todo un referente del momento. La vida era su musa, su pasión y su causa, y él ha sabido vivirla hasta el final, libre de imposiciones, aprovechando hasta el último suspiro  para instruirnos con su ejemplo.

Esta semana el mundo está un poquito más vacío de sentido, y no por la Thatcher, ni por la Montiel, sino por esa vida bien vivida que se nos marcha. Hay que tener cuidado en estos días, pues la Parca anda un poco alterada. Aprovechemos los días que nos queden alegres de vivirlos, unidos por un cambio de perspectiva hacia un mundo más justo, donde todas las vidas tengan la opción de ser disfrutadas. Sampedro con su prosa eterna nos anima, y a mí me duele un poquito su ausencia. Guardaré el luto por él, y por los fantasmas que me pesan, que en estos días aciagos, me acompañan. 

CREDO PERSONAL 
(Autor: José Luis Sampedro)

Creo en la Vida, Madre Omnipotente,
creadora de los cielos y de la tierra.
Creo en el Hombre, su hijo,
concebido en creciente evolución,
progresando a pesar de los Pilatos
que inventaron sus dogmas reaccionarios
para aplastar la Vida y sepultarla.
Pero la Vida siempre resucita
y el Hombre sigue en marcha hacia el futuro.
Creo en los horizontes del Espíritu
y en la energía cósmica del mundo,
Creo en la Humanidad siempre adelante,
creo en la Vida perdurable.

Amén

miércoles, 3 de abril de 2013

Autocrítica


Cuando el mundo te da la espalda, no sirve con tocarle el culo, quizá haya algo que no funcione en nosotros mismos. No siempre hay que culpar de todo a los demás. Hoy toca mirarse en el espejo y decirse a la cara la verdad, o al menos intentarlo. 

¿Para qué engañarnos? Soy cabezota. Me gusta llevar la razón, si hace falta a gritos, y me reservo la última palabra envenenada de ironía mordaz. Hay quien dice que la ironía es un escudo protector, que en mi caso tiene que cuidar de un orgullo sensible y fácil de enfadar. Así soy yo a bote pronto, borde cuando me tocan la moral. Pero este orgullo, este airamiento que me sacude a ratos, no es más que el simple reflejo de una pasión un tanto desmedida. No me toques mis causas perdidas ni me rompas los sueños. Emocionarme se compra con muy poco aliento: un beso, un viaje, un jueves con amigos… promesas que me dan la vida, y me derrumban cuando se las lleva el viento. Así soy yo, bipolar a ratos, estrafalaria en gustos, nefasta en novios, resabiada, agónica, escritora frustrada, intempestiva, soñadora, curiosa y sensibloide.

Pero idealista al fin y al cabo.