jueves, 22 de diciembre de 2011

Canta poesía

Para leer poesía no hacen falta tantos libros, porque los poetas y poetisas no son sólo de papel. Deja que la música te impregne, te piense y te conozca:


En algún rincón de mi mundo
donde ya no corre el tiempo
ni minutos ni segundos
ni guiones ni argumentos 
ni vientos del norte helados
ni llantos por penas negras
ni gatos por el tejado
ni aqui paz ni después guerra

Donde no cumplo condena
donde no escucho sirenas
donde me quedo un ratito
para recapacitar
guardo mil noches en vela 
solo me queda esperar
que llegue la primavera 
que no acaba de llegar

Y yo me pongo a pensar
si hacerle caso al dolor
o a cualquier pensamiento fugaz
orbitando a mialrdedor
para bien o para mal
que es esa siempre la cuestión
que no puedo contestar
que no tiene solución

Y yo me pongo a pensar
si hacerle caso al dolor
o a cualquier pensamiento fugaz
orbitando a mialrdedor
para bien o para mal
que es esa siempre la cuestión
que no puedo contestar
que ya no tiene solución
y en esta montaña rusa
que todos llamamos vida
las cosas que no se usan
que prontito se me olvidan
no me quedan más excusas
para terminar la canción
si no vienen hoy las musas
tendré que ir a verlas yo

domingo, 18 de diciembre de 2011

La ofensa del silencio

No sé reaccionar al silencio en la respuesta. Me bloquea el bloqueo de mi interlocutor, su incapacidad para deglutir mis palabras y para generar una réplica adecuada. A veces lo interpreto como indiferencia o pasotismo,  y las menos como insuficiencia léxica o de opinión. Pero sin atisbo de duda, prefiero la incontinencia verbal a la asepsia de palabras. 

Cuando expones tu corazón, tu angustia y tus miedos sobre la mesa, y la única reacción que consigues es el silencio, una parte de ti se rompe en pequeños pedazos afilados. Hace frío y la impotencia se va haciendo con tu cuerpo, rebotando en tu mente enferma y delirante por esa respuesta que no alcanza a elaborarse. Quizá porque las palabras se me escapan, espero que las personas tampoco puedan pararlas cuando la pregunta apunte a remover la conciencia; siempre hay cosas que nos resbalan, que apenas nos entran en los oídos, pero ante otras, en cambio, el silencio es una ofensa.

SILENCIO
Así como del fondo de la música 
brota una nota 
que mientras vibra crece y se adelgaza 
hasta que en otra música enmudece, 
brota del fondo del silencio 
otro silencio, aguda torre, espada, 
y sube y crece y nos suspende 
y mientras sube caen 
recuerdos, esperanzas, 
las pequeñas mentiras y las grandes, 
y queremos gritar y en la garganta 
se desvanece el grito: 
desembocamos al silencio 
en donde los silencios enmudecen.
                                                                              Octavio Paz

Lago Atitlán

sábado, 17 de diciembre de 2011

Calatañazor, en donde Almanzor perdió su tambor

Azor, Calatañazor,
juguete.
Tu puerta, ojiva menor,
es tan estrecha,
que no entra un moro, jinete,
y a pie no cabe una flecha.
Descabalga, Almanzor.
Huye presto.
Por la barranca brava,
ay, y cómo rodaba,
juguete,
el atambor.
Gerardo Diego

Siguiendo con el viaje en familia, otro día nos fuimos de visita a Calatañazor, conocido ya por el queso curado del mismo nombre que nos servían en la cena, y por el famoso refrán que mi abuela no paraba de repetir "Calatañazor, en donde Almanzor perdió su tambor". 
Pero, ¿quién es Almanzor? Y, ¿por qué es tan famoso este pueblo?

Para descubrirlo hay que subir por la empinada cuesta que lo atraviesa y entrar en un viaje en el tiempo que te lleva al medievo. Por las calles empedradas y las pintorescas casas de madera, barro y piedra, te acercas un poquito a la historia, en este caso, a la Batalla de Almanzor donde se dice que los cristianos derrotaron al célebre caudillo árabe Almanzor en el año 1002.

Desde el Castillo de Calatañazor puede contemplarse “El Valle de la Sangre” (no creo necesario explicar de dónde viene el nombre), de aquí viene la conocida frase “donde Almanzor perdió el tambor”: cuenta la leyenda que el día de la batalla, un extraño personaje lloraba gimiendo en una mezcla de árabe y de lengua romance, diciendo: en Calatañazor perdió Almanzor el tambor. Se interpreta que este espejismo era el diablo que lloraba la caída de los moros.

El Castillo de los buitres (la fortaleza árabe) todavía conserva parte de la torre y restos de murallas.



lunes, 12 de diciembre de 2011

ZEN STYLE

 El arrullo del agua en el cañón del Río Lobos. El frío sutil de una mañana de diciembre. La santa cadencia de la ermita olvidada.

Un viaje de relax, de naturaleza fría y eterna. Este puente de Diciembre me fui de vacaciones con toda mi familia a un pueblo de la provincia de Soria, El Burgo de Osma. Concretamente nos hospedamos en el Hotel Termal Burgo de Osma, todo un lujo para el descanso y los sentidos, y por supuesto que hicimos la excursión de rigor al Cañón del Río Lobos. Allí, la suavidad del camino te adentra en una garganta de naturaleza hasta vislumbrar una ermita olvidada entre las paredes rocosas:

La Ermita de San Bartolomé, de origen templario y construida entre los siglos XII y XIII, es un lugar para visitar sin prisas e inspirar la espiritualidad del aire
Para acceder a la ermita, pasando el pueblo de Ucero, te adentras en una ruta a pie flanqueado por las paredes del Cañón, bordeando el Río Lobos, hasta llegar a la ermita. En un enclave casi místico, al fondo del valle y rodeado por cuevas y perfiles geográficos imposibles, la ermita se funde con la naturaleza y el entorno, se camufla entre el suelo calizo, creando un lugar sagrado. Fuera de toda época, el tiempo se detiene, no hay pasado ni presente, sólo la ermita que se enfrenta al silencio de la Cueva Grande, cara a cara. El murmullo inaudible del agua, el eco infinito del sigilo, la sacralidad del lugar perdido… todo te envuelve, te marea y te deja sin aliento.

El Cañón del Río Lobos ha servido de enlace a los peregrinos con el camino francés del Camino de Santiago: cuenta la leyenda que el Apóstol Santiago montado sobre su caballo, saltó desde lo alto del cañón, y la espada se le cayó al suelo y allí donde quedo clavada se reveló que sería el lugar donde se edificaría la actual ermita de San Bartolo. Esta ermita se encuentra en la llamada Ruta de la Lana (Albacete, Cuenca, Guadalajara, Soria y Burgos), empleada por los pastores en la trashumancia, y también utilizada por los peregrinos procedentes de Levante y de Castilla La Mancha. El Camino del Cid, también atraviesa este Cañón. 

La ermita de San Bartolomé, está enclavada en un lugar equidistante de los dos puntos más septentrionales de la geografía peninsular, los cabos de Creus y Finisterre. Este punto central es el Omphalos (el centro del mundo). 
Ahora os dejo las palabras del escritor e historiador Juan G. Atienza sobre su visita y estudio de dicha ermita:
“Allí tomaremos, siempre hacia el Sur, la carretera del Burgo de Osma, pasaremos por Casarejos y descenderemos la cuesta que llaman la Degollada, hasta el puente que cruza el río Lobos. Es aquí donde debemos tomar el camino de tierra que nace a la derecha, para internarnos en el valle. Si lo hacemos en un día cualquiera que no sea el de la romería de san Bartolomé, este lugar nos parecerá el más solitario y abandonado del mundo. En lo alto planean las águilas y no será raro ver un zorro mirándonos a cierta distancia. Las paredes del valle son escarpadas y en las rocas cimeras se distinguen covachas que nunca han sido exploradas. Unos dos kilómetros valle adentro, el lecho del río se ensancha y, al fondo, distinguiremos una ermita de tipo cisterciense. La construyeron los caballeros templarios, que tuvieron precisamente aquí uno de los enclaves más importantes de la Península. Y al decir importante no me refiero precisamente a su importancia política o estratégica, sino al profundo significado que el lugar tiene dentro del elemento mistérico propio de la orden del Temple. El lugar lo he estudiado a fondo en mi libro La meta secreta de los templarios y me parece inútil reproducir lo que allí cuento, pero, en síntesis, planteo la sospecha –muy fundada- de que los cabelleros templarios conocían a la perfección el lugar en el que construían su capilla, como probablemente lo conocieron también los sacerdotes de religiones muy anteriores que utilizaron el altar megalítico que se encuentra al lado mismo de la capilla y la enorme cueva que hay a sus espaldas. Porque este preciso lugar de Ucero en el río Lobos forma con la cumbre del San Lorenzo un eje vertical equidistante de los dos extremos clásicos peninsulares, los cabos de Creus y Finisterre. Y, aún más, este lugar constituye, en el conjunto de las posesiones templarias peninsulares, un auténtico centro desde el que se pueden situar los enclaves ocultistas más importantes que la orden poseyó en los reinos medievales. Desde la capilla del Lobos están perfectamente localizados Ponferrada y Monzón, Toledo, Tomar y Jerez de los Caballeros, Culla y Castelló d’Empúries, Caravaca y Villaba del Alcor. Desde allí se puede trazar la franja mágica de tierra por donde discurre la ruta jacobea y pueden localizarse los principales santuarios protohistóricos de las culturas cantábricas paleolíticas. Es tal la exactitud del enclave, que incluso justifica la misma estructura de la cruz templaria, anuncia en clave sus fines y delata muchos misterios nunca descifrados que aclaran los porqués de los principales emplazamientos de la orden.”
El día 24 de agosto, durante la romería de San Bartolo y la Virgen de la Salud, es posible visitar el interior de la ermita, ya que el resto del año permanece cerrada. A ver si algún año puedo acercarme a descubrirla por dentro.
Para saber más sobre los enclaves templarios en España y Portugal y algo de historia de la Orden: http://www.templespana.org/enclaves-B.html



viernes, 2 de diciembre de 2011

Frío

Me llamas y no lo cojo. Me escribes y no me importa. Me piensas y no lo siento.

Mi corazón esta frío. Frías mis entrañas, fríos mis pensamientos. No hay ganas, sólo languidez extrema, docilidad inútil. Pero tú me llamas, me coges, me escribes, me piensas y me sientes, y hasta te importo lo suficiente para no desesperar.

¿Quién es ahora el hombre? Me rio pensando en el machismo que supura esta pregunta retórica, absurda, pero por dentro entiendo el significado: la búsqueda constante, el rechazo eterno… Tanto, que se me ha olvidado cómo se quiere de forma sencilla, sin grandes complicaciones. Vacía de todo e incrédula, no concibo que hagas todo tan fácil, así que soy yo quien lo complica, quien enfría todo sentimiento. Perdóname.



Mientras me aguanten los huesos
yo quiero seguir cantando
quiero estar cerca de ti
lo mas lejos a tu lado
Fito y Fitipaldis

jueves, 1 de diciembre de 2011

¿Qué estamos haciendo?

¿A dónde vamos? ¿De dónde venimos? ¿Qué estamos haciendo?

Hoy he aprendido en clase que la publicidad puede no ser tan mala, que tiene su causa en algunas ocasiones. Por eso, quiero compartir con vosotr@s algunas campañas publicitarias de marketing con causa, de esas que nos hacen pararnos y pensar que a lo mejor no estamos haciendo las cosas tan bien como creemos, que a lo mejor no somos tan santos como creíamos, que a lo mejor aún podemos aprender algo nuevo...

En primer lugar, Benetton con sus polémicas campañas que nunca dejan indiferente. Aquí van algunas de mis favoritas:





Y hoy, en el Día Mundial del VIH




Ahora me gustaría cambiar de tema y centrarnos en el sistema patriarcal que ahoga a las mujeres. Es costumbre, ya muy lejana, que la mujer se encargue de tareas domésticas, más cuidado de niños y familiares enfermos, más jornada laboral, etc, etc. Es cómodo, el cambio da pereza... pero... ¿y la pereza que tienen que sentir nuestras mujeres al tener ese doble o triple trabajo impuesto sólo por su condición de mujer? Para tratar este tema tan espinoso, la campaña de Puntomatic le pone una nota de humor e intenta movilizar al "macho ibérico" con datos tan sorprendentes como que poner la lavadora no mata al caballero. Disfrutadlo:



Lo que me encanta de este anuncio es que es uno de los pocos que he visto que no resulte discriminatorio o patético a la hora de vender detergente.

Otro vídeo que da que pensar, es la campaña de Acción contra el Hambre... podríamos aprender mucho de esto:

Y ya para despedirme por hoy... 


Aunque no lo parezca es una campaña de Nike... si! Nike Foundation, que a pesar de sus muchas críticas por el proceso de producción, con abusos y explotaciones, tiene sus cosas buenas.

"El racismo se justifica, como el machismo, por la herencia genética: los pobres no están jodidos por culpa de la historia, sino por obra de la biología. En la sangre llevan su destino y, para peor, los cromosomas de la inferioridad suelen mezclarse con las malas semillas del crimen. Cuando se acerca un pobre de piel oscura, el peligrosímetro enciende la luz roja, y suena la alarma." Eduardo Galeano en Patas arriba.



Día 3 (Guatemala)

13/07/2011

La rutina de pasar las mañanas en Antigua empieza a coger forma. Como aquí mucho no se duerme, a las 9 hemos vuelto a la ciudad para dar un paseo por el mercado de artesanía que hay junto a la estación de autobuses. ¡¡Impresionante!! Hubiera comprado todo, pero me he contenido. Por ahora sólo he comprado un monederito de colores (que me ha costado 10Q o 1€) ya que el mio no era muy practico, pero tengo en mente ya una manta de esas de colorines, y varios souvenires, aunque esperaré a llegar al mercado de Chichicastenango, que creo que es impresionante y mas barato. Otra cosa importante es hacerse con el sistema de regateo, y recordar que si compras a primera hora te hacen mayor rebaja porque la primera compra del día se entiende como algo sagrado.

Después visitamos una agencia de viajes para pedir presupuesto para la ruta que queremos hacer el fin de semana: cuatro días de viaje para visitar Rió Dulce, Livingston y Tikal. La idea es salir mañana por la tarde después del proyecto (donde estamos de 13.00 a 17.00) hacia Rio Dulce, llegar a las 24.00 y dormir allí. El viernes ver los alrededores y a las 21.00 coger el bus hacia Tikal (las ruinas mayas) y llegar a las 24.00 a dormir en Flores. Al día siguiente tempranito a ver las ruinas, pasar la noche del sábado por allí, y el domingo coger el bus de vuelta pero parando a ver distintas ruinas que hay por el camino, en resumen un viaje impresionante.
La primera oferta que nos han hecho en una agencia ha sido 160€/persona para 8 personas, con bus privado y guía, sin incluir alojamiento. Pero ya sabemos que no podemos dejarnos guiar por el primer presupuesto, así que vamos a intentar que nos rebajen algo o acudir a un chófer llamado Isaac que ya conocen por aquí, con el que ya han hecho alguna excursión (así que esperamos nos haga precio de amigos).

De vuelta a casa nos toca de comer carne de res con arroz y ensalada... ¡voy a hacerme fan de los guisos guatemaltecos! Por ahora, es Chaito, una señora que trabaja en la casa, la que nos prepara la comida. A mi me parece la imagen típica de la mujer guatemalteca, con los años grabados en cada una de las arrugas de la cara, pequeña, siempre con una sonrisa, amable, silenciosa, especial... Pero esta noche llega la señora de la casa, Doña Elsa, que se encuentra de viaje en EE.UU., a ver a la familia en su primer viaje en avión. Ella es la que se encarga de hacer las comidas normalmente, y por lo que me han contado, cocina de maravilla... así que voy a tener que desenterrar el mito de que al viajar, adelgazas. Y de nuevo para el proyecto.

La realidad de Los Patojos la tienes que ir descubriendo poco a poco. De primeras parece una escuela alternativa más, de educación no formal, con recursos (en cierta medida), profesores comprometidos, niños ilusionados, gritos, juegos... Algunos de los niños vienen a pasar la tarde y para recibir apoyo escolar, pero otros tienen una forma de vida más desestructurada, que tú al principio no eres capaz de comprender. Hay miseria, maltrato, trabajo infantil y analfabetismo, pero el visitante sólo ve un montón de niños con ganas de aprender, de formarse, de ser emprendedores, de tener un futuro para ellos y para su comunidad. El comedor asegura que al menos tomen una comida completa una vez al día, y algunos de ellos ¡comen con unas ganas! Esta tarde hemos tenido una jornada productiva, a Los Fusionados les hemos puesto unos vídeos para intentar hacerles pensar un poco:
  • Abuela Grillo: para reflexionar sobre la a quién pertenecen los recursos.

  • El hormiguero, canción de Calle 13.

  • Don Quijote en Guatemala: con este vídeo quisimos comparar la situación de una familia en Guatemala y otra en España a final de mes, al fin y al cabo, en este momento de crisis, tampoco hay tantas diferencias en los salarios.


Tras el proyecto contactamos con el guía Isaac, que nos dejó el precio del viaje por 1000 Q, o lo que es lo mismo, 100 €. A las 19.00 estamos todos listos para cenar en el proyecto, con todos los profesores y voluntarios, que hoy nos toca cena italo-finlandesa, preparada por Nico. Mucho vino, buena compañía, pan con tomate, y espaguetis carbonara, más un Quiz de europeos contra americanos y la vida de Nico en fotos. Una velada sorprendente de la que seguro que nadie olvidará el número de lagos que tiene Finlandia (180.000), y la charla política que nos dieron sobre el peligro de entrar en política en un país como Guatemala, y las ganas que hay que tener para promover una revolución ideológica desde el seno de Los Patojos. Todos luchan por el partido Movimiento Unido Jocoteco, que pretende un cambio en la comunidad. Fue revelador palpar ese miedo escondido, ese peligro latente, que a todos, hasta ahora, se nos había escapado. Al fin y al cabo, esto no es un viaje de placer. 
Peligro de muerte en esta realidad que se esconde por los caminos empedrados de Antigua.


jueves, 17 de noviembre de 2011

Día 2 (Guatemala)

El jet-lag aún no había hecho demasiado efecto, y aunque dormí poco, despertar en Guatemala es toda una experiencia. Creo que el cambio es tan brutal, que los primeros días andaba totalmente descolocada, feliz de sorprenderme a cada rato, un poco infantil quizá, pero al fin y al cabo, ¡estaba allí! ¡Había llegado por fin! Cruzar el charco y poder vivirlo intensamente.


Pues eso, que me desperté con los cacareos del gallo del vecino, o quizá con las mujercillas cotorras que se ponían a gritar de madrugada al lado de la ventana , o con la vida temprana que rebosa Guatemala, sin más (añoraba también mi almohada, pero eso no es relevante). Así que tempranito nos fuimos de excursión a la ciudad de Antigua, mi primer viaje en uno de estos autobuses típicos de colores (2 Quetzales el trayecto) que no duró más de 10 minutos. 
Sin casi poder admirar la estación, el mercado y las calles empedradas que nos llevaron al Parque Central, dedicamos la mañana a cambiar dinero en el banco (donde aprendimos que en este país hay que tomárselo todo con muuucha calma, las prisas de Madrid mejor no meterlas en la maleta), y a ir a un cibercafé para informar de que había llegado sana y salva.
De ahí vuelta a casa en bus para comer arroz con pollo (dieta básica de estos lugares), y a las 13.00 al proyecto.

Entrar en Los Patojos fue un poco caótico al principio, muchos niños, muchos voluntarios, la hora de la comida... En cuanto tocaron la campana cada patojo se metió en su aula y a cada voluntario nos asignaron un grupo. A Iñaki y a mi nos pusieron con Los Fusionados, de unos 13 años de media, y como era el primer día hicimos dinámicas de presentación, desmitificamos algunas concepciones respecto a España, y tratamos el tema de la Noche Cultural del 30 de Julio (que explicaré más adelante). 

Además de los voluntarios de Cooperatour, que eramos muchos, también había otros como Nico, a quien tuve el placer de conocer ese día. Nico es un chico un tanto loco (en el buen sentido), con nacionalidad italo-finlandesa, que vino a Guatemala a darse el super-viaje por libre, a reforzar su español, y a aprovechar el tiempo libre como cooperante.

Travel Menu
Por la noche salimos en grupo a cenar a Antigua. Primero la caña y el aperitivo en La Sala, donde mientras uno escribe una carta de amor para la camarera del restaurante en nombre de su amigo, colgado perdido de su belleza, el resto nos hacemos fotos a la luz de las velas esperando a Niko. Cuando por fin llega nos vamos a cenar al restaurante Travel Menu, un sitio acogedor, con encanto, con comida típica y barata, recomendado por la guía turística y por mis compis con más experiencia en Guatemala. Personalmente, recomiendo cualquier plato del menú, aunque para mi el Chow Mein con vegetales... ¡inigualable!, eso sí, muy guatemalteco no suena, pero esta hecho como sólo ellos saben hacerlo. Por supuesto la Gallo no faltó en ningún momento en la mesa, y un poquito de vino tinto para los menos cerveceros. El único fallo de toda la noche fueron los modales de la camarera en cuestión, que tan enamorado traía a mi amigo, que al final no se atrevió a dejarle la carta de amor con la propina que la muy desagradable nos devolvió, porque no era suficiente.

Vuelta a casa en taxi, y la idea de ir recopilando dibujos de caracoles por todo el país (eso es otra historia).


jueves, 20 de octubre de 2011

Tú y ella

Una imagen vale más que mil palabras. Pero las palabras engañan, las imágenes engañan, el mundo engaña y oculta. Las cosas que están mal se esconden, lo que no suena bien se calla, lo que es mejor no oír se ignora, se mira para otro lado cuando algo molesta...

Esclavos de las apariencias y el qué dirán, a los humanos aún nos falta el valor para enfrentarnos a nuestros sentimientos. Salir del armario de la seguridad es difícil, pero también sería injusto quedarse. Injusto para la persona escondida, relegada, olvidada en ese polvoriento rincón donde los "te quieros" son prestados y susurrados en voz baja.

Por eso duele esa foto vuestra que se ríe de mi y de mi retiro forzado. Mi papel secundario me queda pequeño y tus silencios son cada vez más amargos. 

lunes, 17 de octubre de 2011

DÍA 1 (Guatemala)

11/07/2011
Han pasado 5 horas y debo estar en mitad del océano, a una altura de más de 10.000 metros, con una temperatura exterior de - 40ºC. Son las 18.02, o las 12.02 en Miami, o las 10.02 en Guatemala. ¡No sé cómo voy a acostumbrarme a tanto cambio horario!, pero ya no importa, aquí comienza la aventura: en un avión rumbo a lo desconocido, envuelta en una manta, con una almohada en los riñones y una comida cutre de avión (que tanto me gusta) en el estómago.

Aunque primero habría que hablar de Soria (post anterior): Exacto queridos amigos, la aventura no comienza en las selvas del quetzal y del jaguar en busca del Dorado perdido, ni con el misterio de la civilización maya; no, todo comienza en Soria. 
Allí nos citamos todos aquellos que en la reunión de Cooperatour teníamos por viaje Guatemala, para vernos un poco más las caras antes de llegar. Pero al final sólo fuimos tres asistentes, y lo que se presuponía como un viaje informativo y de acercamiento se convirtió en una oferta de trabajo y una ocasión única para conocernos mejor y hacer amigos a la sombra de litros de cerveza. La Oktoberfest soriana nos pilló por sorpresa y volvimos a casa con el bolsillo menos resentido de lo esperado, el dolor de la resaca y el regusto dulzón de una experiencia nueva.
Ahora sólo puedo pensar en encontrarme de nuevo con mis compis de aventura, en dejar que mi destino me sorprenda, y en conocer a nuevos locos soñadores que se unan a los grandes acontecimientos que están a punto de comenzar.

...(Unas cuantas horas después)...

¡Ya estoy aquí!
Después de miles de horas en aeropuertos del mundo ¡llegamos
Nueve horas del vuelo Madrid-Miami. Una vez en Miami una hora y media de aduanas, controles, etc. RESULTADO: correr por todo el aeropuerto, montarme a toda prisa en un trenecito, poner la maleta rumbo a Guatemala, y llegar con la hora de embarque ya pasada a la puerta D16, destrozada.
Allí me esperaban tranquilamente dos chicas españolas con mi mismo destino, la casa de la familia Fuentes en Jocotenango. El vuelo iba con retraso, lo que ayudó a que le diéramos al palique y fuéramos conociéndonos y compartiendo ilusiones y temores.
Al final salió nuestro vuelo Miami-Ciudad de Guatemala y 2h 30min después, con otro cambio horario a cuestas y la imagen del atardecer sobre la costa de Miami, aterrizamos en Guate acunados por la oscuridad de la noche (aunque a penas eran las 20.00h).
Husos horarios

Con el miedo a que nos hubieran perdido la maleta y a los peligros de la capital pasamos las aduanas sin problemas; más dormidas que despiertas cruzamos las puertas para la recogida de equipajes con la sonrisa insinuante de algún que otro operario con ganas de fiesta.
Por fin salimos del laberinto de aviones, terminales y equipajes en que se había convertido nuestro día, y Roberto (el chófer contratado) nos esperaba con el cartelito típico para recoger a turistas despistados: "Rocío, Eva, Cristina". Tras reconocernos nos puso en manos de su hijo y del amigo de su hijo, dos chavales de unos 15 años, y de un conductor acompañado por su mujer y su hija chiquitina.

Subidas en una furgoneta un poco desaliñada y que se atrancaba en las cuestas, con la típica música pachanguera que se escucha en España de banda sonora, nos sumergimos en las carreteras de la capital: caóticas de tráfico lento y plagadas de franquicias que no esperaba encontrarme (al menos con tanta proliferación) como Burguer King, McDonlads, Telepizza, TacoBell, y por supuesto el famoso y autóctono Pollo Campero.

Casa Patojo
Una hora + un día perdido en aeropuertos es lo que tardamos en alcanzar nuestro destino. Nuestra casita de Jocotenango nos esperaba al final de una carretera empedrada (luego descubrimos que en Antigua todas las carreteras son así). El comité de bienvenida (incluidos mis amigos de la visita a Soria) nos recibió con los brazos abiertos: nuestra madre (durante un mes) estaba de viaje, así que fue su hijo (profesor en el proyecto) quien nos acogió y nos repartió las habitaciones; los voluntarios, emocionados, no nos dejaron irnos a dormir tan pronto y empezaron a abrumarnos con todas las experiencias que ya habían vivido. Al final, conseguimos echarles, y las tres nos fuimos a dormir con el regusto de la Cerveza Gallo que compartieron con nosotras y la inabarcable cantidad de datos nuevos que registrar en un país diferente.
Desde luego que poco dormimos esa noche con Z-Gas, los gallos, y los ruidos de madrugada, pero eso ya es otro día.


lunes, 3 de octubre de 2011

Derribando puertas

Te levantas y la sociedad parece que te da la espalda. Llevas toda la vida luchando tú sola contra este mundo que no acepta las diferencias, que tiene prisas y que no mira para atrás, que se obceca por seguir adelante arrasando con todo, sin parar y darte la mano.

Como nadie miraba, pocos pudieron apreciar ese lento movimiento hacia la liberación de tus cadenas: sin saberlo te convertiste en una revolucionaria, cansada de las viejas normas que te arrinconaban buscaste desvíos para saltarlas. El proceso fue lento, tan lento como una flor que se abre, inapreciable el movimiento a simple vista, pero que de repente sorprende por su color y su aroma.
Así llegaste a nosotros, tus compañeros, derribando con tus cualidades nuevas ese obstáculo inherente a ti, y que cada día nos hacía plantearnos el poder creativo que tenemos las personas.

Ahora han pasado dos años; dos años recorriendo los pasillos de la universidad, subiendo y bajando en ascensores, criticando a los que nos lo roban teniendo piernas tan robustas y manejables, pulsando los botones que tú no puedes, cogiendo los apuntes que a ti no te da tiempo, abriendo las puertas que intentan frenar el avance de tu silla. Contigo hemos saltado barreras, hemos salido a bailar, hemos cotilleado en las esquinas más recónditas de los jardines y hemos ensayado lo que será nuestro futuro profesional. Aquí eres una más. No hay nada que se te resista dentro de las paredes del sistema educativo, nada que pare el motor que, con la poca movilidad de tu mano, pones en marcha.

Pero las cosas están cambiando. Parece que el miedo a la palabra “crisis”, o al ambiente político, o vete tú a saber qué, está nublando la vista a muchas personas que hacen que el sistema de privilegios universitarios se tambalee. Para usar cualquier espacio universitario tienes que identificarte, y no contentos con el régimen de control impuesto, te piden la titulación que cursas para colocarte así en la sala de uso común correspondiente al estatus de tus estudios: las salas más pequeñas para las carreras que, a su juicio, son más insignificantes.
Este celo por preservar los espacios universitarios se quedaría en simple anécdota si no fuera  por los derechos que todo estudiante tenemos. Cuando para acceder a una sala de trabajo la silla de ruedas no entra pues te enfadas; pero cuando además pides usar la sala de al lado, vacía y con espacio, y se te denega el acceso por no ser el estudiante privilegiado de la facultad de al lado, la sensación de impotencia te paraliza.

Estoy cansada de que se quejen de la falta de iniciativa juvenil, de la expresión tan manida “¡Ains, ésta juventud!” que tanto nos prejuzga, del pavor que parecen tenernos los ancianos, de la visión que dan de nosotros en los noticieros.
Yo sé que todos los jóvenes no son universitarios, pero sí muchos universitarios son jóvenes. A nosotros, la generación perdida, nos han robado la ideología, las ganas de reivindicar y hasta el futuro. Parece que las promociones anteriores acabaron con todas las injusticias del sistema y que ahora, a nosotros, sólo nos queda disfrutar en silencio de esta paz impuesta carente de estímulos.
Somos muchos, una masa informe de almas errantes por los campus universitarios, que vagamos entre el botellón y los exámenes finales; entre la biblioteca y la cafetería; o eso quieren hacernos creer. La verdad es que cada uno tenemos nuestros intereses, nuestras inquietudes y afinidades, nuestras carreras y amigos; y cada uno somos entes individuales, únicos, irrepetibles, pero con algo en común, algo que nos arrejunta y nos moviliza: los derechos del estudiante.
Entre todos formamos un grupo indivisible, vivo, que nos hace saltar ante el primer indicio de injusticia. Por eso, cuando una persona tiene alguna dificultad para integrarse en la universidad las cosas se cambian: el Centro y todos, nos ponemos a su servicio para que pueda acceder sin problemas y cumplir con los derechos que le pertenecen.

Por eso, para quitar la razón a quienes nos desprestigian y nos prohíben la iniciativa, para que mi amiga pueda entrar en la sala a hacer los trabajos, para que cualquier persona pueda acceder a una enseñanza digna e igualitaria sin tener que emprender cada mañana una batalla contra las barreras administrativas, físicas e ideológicas, debemos participar y luchar por ser verdaderamente iguales.
Hemos de crear entre todos un espacio donde todas las puertas estén abiertas para aquel que, independientemente de su condición, quiera ejercer su derecho a la formación; porque sino nos estaremos poniendo barreras a nosotros mismos al establecer de precedente esta tolerancia a la desigualdad.

martes, 27 de septiembre de 2011

Tierra a la vista

Si habéis leído los post anteriores (éste es el tercero) ya sabréis que esto va del maravilloso y alucinante viaje a Guatemala que hice este verano. Y aquí sigo, empezando aún, el relato del viaje para que sirva de guía a personas que quieran hacer algo parecido, o para satisfacer la curiosidad del que se pare a leer las divagaciones de una mochilera camorrista:

Primer contacto: Reunión en Madrid
Cooperatour organizó en mayo una reunión para todos aquellos que en el verano de 2011 fueran con ellos de voluntarios a cualquier parte del mundo. En el curso celebrado en Madrid nos juntamos unas cuantas personas pertenecientes a distintos rincones de España. Y cuando, varias horas después, salíamos de la sala de reuniones con una idea más clara de nuestra labor, todos llevábamos una sonrisa puesta, emocionados por la incertidumbre del viaje, y al mismo tiempo más tranquilos al haber conocido, entre todas esas personas, a unos cuantos compañeros de viaje encantadores y tan buena gente como sólo pueden serlo los que se gastan el dinero y las vacaciones en una experiencia solidaria.
Para rematar las amistades recién estrenadas, unos cuantos asistentes (con destinos tan dispares como Perú, Costa Rica y, por supuesto, Guatemala) nos fuimos en busca del típico bar madrileño donde tomar unas cañas y contarnos un poco más nuestras inseguridades e histerias respecto al viaje.


Segundo contacto: Soria
Después de un mesecito de dudas, preguntas y respuestas on-line (porque habíamos creado una lista de correos de todos aquellos que nos íbamos en verano a Guate, independientemente de las fechas y de que coincidiéramos o no), a alguien se le ocurrió que podíamos hacer una quedada pre-viaje para conocernos un poco más, ultimar preparativos y vivir un poco la vida. De unas 20 o 30 personas, sólo tres acabamos en Soria el sábado 18 de junio, y esta ciudad fue testigo del comienzo de la aventura.

Elegimos Soria por ser el punto de encuentro equidistante entre nuestros lugares de residencia. Yo me subí a un autobús que en dos horas y media me dejaría allí, y que me recogería a las 18.30 de la tarde para llegar de nuevo a Madrid lista para el cumpleaños de un muy amigo mío. Lo que no sabía era que acabaría pasando la noche en la ciudad soriana.
Mis dos compañeros de viaje, dos chicos de Zaragoza, me recogieron en la estación de autobuses y buscando el  hotel (ya que ellos sí se quedaban a dormir, aprovechando que eran en fiestas) acabamos con el coche en plena plaza peatonal.
Toda aventura empieza con una entrada triunfal, y tras nuestro error garrafal encontramos aparcamiento y de ahí no movimos el coche en todo el fin de semana.

Tras dejar el equipaje en la habitación, nos fuimos a por el aperitivo a una terraza. Ahí comenzamos a contrastar información y a bombardearnos unos a otros con datos sobre Guatemala, todos bien documentados con la fantástica guía Lonely Planet (que parece la idónea para recorrer este país) que tantos buenos ratos nos hizo pasar durante el viaje.

Crónica de lo hablado en la terracita.

Para comer acabamos haciendo caso a un cartel publicitario que nos llevó a la Oktoberfest, pero a la de Soria, no a la famosa de Munich (ojalá!)
Con una jarra de cerveza alemana y una buena salchicha frankfurt se te puede ir un poco la olla… así que recomiendo a los fácilmente manipulables o “convencibles” que se abstengan de ello, o sino pueden acabar como acabé yo: trabajando de camarera en la Oktoberfest de Soria. 
Y no fue porque no tuviéramos dinero para pagar la consumición, no; sino que hablando con un camarero, el hombre nos contó el lío que se formaba por las noches, y lo tremendamente saturados que estaban de trabajo. Así que uno de mis amigos se ofreció como jornalero a sueldo para esa noche, y 15 minutos antes de que saliera mi autobús yo estaba cambiando el billete para el día siguiente y llamando a mi madre para decirle:
- Mamá, que hoy no voy a casa a dormir, que me ha salido un trabajo en la Oktoberfest.
A las 19.00 ya estábamos en la carpa y un alemán con traje tirolés, que se convirtió en nuestro jefe, nos puso a vender tickets de cerveza por todo el local. 

Recuerdo esa noche como algo increíble: la cerveza corriendo a mares; los borrachos cada vez mas desinhibidos; el delantal y la gorra verde que nos pusieron; Daniel, nuestro jefe, cantando canciones en el escenario; las cuentas mentales para dar el cambio cuando te piden 8 cervezas de litro y 5 de medio litro; las caras de los que escuchaban la historia de por qué estábamos allí; las quejas de mis compañeros porque a mí me compraban más que a ellos; las propinas que a ellos no les daban; la cena y las cervezas que nos salían gratis; hablar alemán con un abuelito; los amigos y los que pretendían ser más que amigos; los camareros polacos; Toño el culpable de que estuviéramos allí… Así pasaron seis horas. 

A la una terminamos el trabajo, nos dieron lo acordado más un pequeño suplemento que nos ayudó a costearnos el fin de semana, nos ofrecieron trabajo para el verano y nos invitaron a seguir consumiendo todo lo que quisiéramos, y allí nos quedamos hablando con los amigos que habíamos hecho esa noche vendiendo litros y litros del líquido elemento.
Cuando cerraron nos dimos el capricho de llamar a un taxi que nos llevó a la verbena que había montada justo debajo de nuestro hotel (si, nuestro, porque ahora yo también necesitaba un sitio donde dormir). Arropados con una manta que bajamos de la habitación y que nos envolvió a los tres, y achispados por la locura de noche que llevábamos, lo dimos todo al escuchar canciones de Barricada, Mägo de Oz o Extremoduro; nos reímos del bajista estático y de las pintas del cantante; saltamos a la comba con la manta y nos reencontramos con varios de los clientes de esa noche.
Sólo tuvimos unas pocas horas de sueño, con dos camas para tres personas, y yo con mi bolso como único equipaje. 
Al día siguiente nos despedimos con un “Hasta luego”, pues en un mes estaríamos de nuevo juntos, eso sí, a muchos kilómetros de distancia.


Tercero:
11 de Julio de 2011. A la tercera va la vencida. Guatemala me espera. Con una pequeña parada en Miami y mil controles de aeropuerto.


lunes, 26 de septiembre de 2011

Palabras vacías

- ¿Ves esta silla libre? ¿El hueco latente en una mesa de cuatro para tres? Pues ella debía estar aquí sentada. Así que, por favor, muestra algo de respeto si no hacia ella, a la que como dices, tanto daño hiciste en vida, hacia nosotros, sus amigos, a los que aún nos duele este vacío. Deja de frivolizar la muerte entre caña y caña con tus amigotes de turno y párate antes de abrir la boca y piensa qué parte de culpa tienes en ésta ausencia.
Y sí, he pedido un sandwich mixto. ¿Algún problema?


Conversaciones de bar con los de la mesa de al lado, conversaciones que nunca han tenido lugar.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Pre-viaje

No sé que tiene Guatemala que engancha. Para aquel que le interese voy a desmenuzar mi viaje para que sirva de ruta e inspiración al viajero perdido, y para que los que ya hayan estado puedan contrariarme o compartir sus aventuras.

Todo comenzó con mis ganas de conocer mundo y un curso de voluntariado en la Universidad Complutense de Madrid. Este cursillo organizado por el PIV me puso en contacto con distintas organizaciones que ofrecen la posibilidad de hacer un voluntariado internacional, así conocí Cooperatour.
Después de encontrar la asociación con la que hacer tu viaje, sólo te queda: elegir destino, buscar vuelo lo más barato posible, hacer mil y un papeleos, contratar un seguro, llamar a vacunación internacional… Pero vamos por partes:

1. ¿Por qué Guatemala? 
Desde siempre, mi idea había sido viajar a África, o en su defecto conocer Perú. El continente africano quedó descartado desde un principio por el pánico que casi todos los padres sienten hacia lo desconocido, y más aún cuando pinta tan negro (sin ánimo de ofender); así que miré los proyectos que ofrecían para Perú para así poder cumplir uno de mis mucho sueños, conocer el Machu Picchu. Pero buscando proyectos y navegando por la página web descubrí que quizá me había equivocado de país, y que los proyectos más acordes conmigo estaban en Guatemala. Pero yo no sabía nada de Guatemala, absolutamente nada… 
Como ahora Internet te resuelve todos los vacíos de información, en apenas unos minutos tenía una idea aproximada del país y de lo que podría esperar: fue el momento del descubrimiento. Guatemala, pequeño país situado justo debajo de México, con frontera con Nicaragua y El Salvador, que forma parte del cinturón que mantiene unida América del Norte y América del Sur. País “con una amplia cultura autóctona producto de la herencia maya y la influencia española durante la época colonial.” Con esto quedé convencida, aunque no tuviera Machu Picchu, la presencia de las antiguas civilizaciones indígenas está presente en toda Guatemala, donde Tikal o Copán lo sustituyen perfectamente.

A parte de mi amor e interés por las culturas maya, inca y azteca que nos enseñaban en el colegio, elegí Guatemala por ser el “país de la eterna primavera”. Hay que tener en cuenta que en los meses de verano de Julio y Agosto para el hemisferio Sur hace un frío que pela, así que como en Perú tendría que haberme llevado 20 kg de equipaje sólo en ropa de abrigo, decidí optar por un clima más benigno y aprovechar mi verano.

¿Y qué otros secretos esconde Guatemala? Medio país enterrado en la selva, 33 volcanes (3 de ellos activos), playas del Caribe, ritos ancestrales, Océano Pacífico, gente encantadora, un lago de 700 km2, el colorido de la vida cotidiana y la inmaterialidad de la belleza.


2. Vuelos
Este punto es el principal problema y que más quebraderos de cabeza trae al voluntario. ¡Los precios son escandalosos! Yo lo busqué con meses de antelación y no encontré nada barato, así que para ahorrarse un dinerillo lo mejor es buscar vuelos con escala (que para ir a Guate es lo más normal). 
PROBLEMA: EE.UU
Mi vuelo hacía escala en Miami, y tenía dos horas y media para tomarme con calma todos los controles que me impusieran. Mi vuelo llegó sin apenas retraso y una hora y media después yo seguía perdida en el aeropuerto de Miami: control de aduanas, control de maletas, control de pasaportes… y cuidado no os retengan como posibles terroristas (que a más de un amigo mío le pasó).
Así que recordad, en caso de escala en EE.UU. coger vuelos con un par de horas de diferencia como miiiiinimo!

3. Cambio horario
Es un poco complicado el hecho de saber cuanto dura tu vuelo. Yo después de muchos cálculos comprobé que de Madrid a Miami van 9 horas, y que de Miami a Guatemala son 2.30 min. El problema para saberlo es la diferencia horaria que con Miami es de – 6 horas, y con Guate es de – 8. Vamos que cuando en España son las 20.00, en Miami son 14.00, y en Guatemala las 12.00.

4. Contra-indicaciones
Ciudad de Guatemala, la capital, no puedes ni pisarla. Eso te dicen desde un primer momento, metiéndote el miedo en el cuerpo, y cuando tu avión aterriza allí, y te ves sumergido en su maraña de tráfico no sabes muy bien cómo reaccionar. Personalmente no he visitado la capital, aunque si me han hablado de los altos índices de delincuencia y de inseguridad ciudadana.
Como recomendación si eres aprensiv@, no leas los periódicos ni dediques mucha atención a las noticias, ya que aunque la inseguridad es cierta, están bañadas de sensacionalismo.
Para “sobrevivir” sólo hay que guardar un poco de sentido común.

En cuanto a la alimentación y la higiene… lavaros las manos a todas horas y si veis por la calle un puesto de comida ambulante con pinta de que no te va a sentar muy bien… ni te acerques. Y tampoco se te ocurra beber agua salvo que esté embotellada.


5. Papeleo y seguro
Cooperatour, por un módico precio en gastos de gestión y apoyo, te da la opción de contratar un seguro muy completo, y te avisa de los papelillos que has de tener en regla antes de meterte en el avión.
Por ejemplo:
- ESTA: autorización para viajar a EEUU por tiempo menor a tres meses. (Y aunque sólo vayas de paso has de sacártela… ¡y cuesta dinero!)
- Papeles que acrediten la labor que vas a hacer en el país anfitrión (por si acaso no les convencen tus respuestas).
- Seguro de viaje
- Fotocopias de billetes de avión y todos los papeles y datos (para más seguridad mandártelas a ti mismo por mail).
- https://www.visatur.maec.es/viajeros/ Para que el Ministerio de Asuntos Exteriores te tenga controlado en caso de emergencia.
- Y por supuesto… Pasaporte.

En cuanto al tema del dinero… siempre puedes llevar cheques de viaje, aunque yo me arriesgué con la tarjeta de crédito y sin problemas. Eso sí, me llevé dos por si acaso…

6. Vacunación y botiquín
Las vacunas son el gran misterio para visitar Guatemala. En principio no hay ninguna obligatoria, peeeero si que hay varias muy recomendables. Lo gracioso es que dependiendo de a qué centro de vacunación llames te dirán una cosa u otra. En Madrid parecen más reacios a ponerte vacunas y en Zaragoza te ponen demasiadas. Yo conseguí que por la seguridad social me pusieran la Hepatitis A y las Fiebres Tifoideas (vía oral), además de tener ya puesta la del Tétanos y la Hepatitis B. Además de esto puedes tomar profilaxis de malaria, contra el cólera, etc, etc… El caso es que yo regresé sin ningún problema.

En cuanto al botiquín… mejor exagerar que quedarse corto. 


Así que ¡adelante!. Tras haber leído esta parrafada ya estas preparado para comenzar tu viaje. Adéntrate en lo desconocido y deja que te seduzca y te impresione la Guatemala auténtica.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Made in Guate

Ay, Guatemala,
cuando digo tu nombre retorno a la vida.
Me levanto del llanto a buscar tu sonrisa.
(Otto Rene Castillo)

Si preguntas en España por Guatemala, poco sabrán decirte. Es un país cuyo nombre se escucha muy poco aquí, primero porque el principal foco de emigración de Guatemala es EEUU, por lo que España a penas recibe chapines; y segundo porque a pocos españoles les interesa la localización o las costumbres de un país más, perdido en la maraña de la pobreza americana.

Mi sueño desde siempre ha sido viajar y recorrer el mundo parándome en cada aldea o ciudad para hablar con la gente y compartir su día a día. Ya he conocido algunos lugares de Europa que siempre quedarán en mis recuerdos, pero este verano mi intención era un viaje más ambicioso:
Siempre he creído que para viajar los hoteles de 5 estrellas no sirven de nada; si la idea es ver mundo, un hotelazo contratado en la agencia de viajes de turno que no fomenta el comercio interno del país que has elegido como destino porque exporta sus servicios desde su sede europea, no sirve de mucho. Yo creo que la idea es más de ir a la aventura, de conocer negocios locales y dejarse impresionar por la realidad de ese pueblo y no por la maqueta que nos construye El Corte Inglés. Por todo esto, los viajes solidarios (tan de moda ahora) o los voluntariados internacionales son más de mi estilo, han sido siempre el complemento a mi sueño de viajar.
Este año conseguí ahorrar el dinero suficiente para plantearme "cruzar el charco" y en los próximos días iré comentando mi experiencia a modo de diario de viaje y de ruta turística. 

Para empezar el relato de mi aventura, sólo recomendar a quien lea esto que se atreva a descubrir Guatemala, ese pequeño país a la cola de México, tan humilde y de gente tan bella, tan pobre y tan rico en sonrisas... Un placer para los sentidos. No hay duda de que Guatemala me ha convertido!

Antigua. Guatemala



sábado, 21 de mayo de 2011

El grito silencioso

"SOL nunca ha brillado tanto"


Esta entrada quiero dedicarla a las fotos que saqué el día viernes 20 de Mayo, en la madrileña Plaza del Sol, y que son el reflejo de la movilización 15M, movimiento ya a escala internacional: ante la corrupción y la falsa democracia el pueblo se levanta.

Plaza del Sol y "muro de las lamentaciones" a las 12.30 de la mañana.

 Plaza SOLución

 Spanish Revolution

"Bienvenidos a Ciudad Sol"

Un espacio para todas las edades. Un lugar de reflexión y cambio. "No tenemos casa, nos quedamos en la plaza". 

El mundo interior de la concentración, lugar de comisiones. 

Paz Vega también está presente en todo momento. Se ha convertido en símbolo de la revolución.

 La plaza se ha convertido en un espacio para el diálogo y la toma de decisiones que nos ayuden a conseguir una Democracia Real.

Asamblea 13.00. Desde la Comisión de infraestructura se ofrecen sillas, agua, crema solar y toldos para los asistentes a la asamblea.

 El oso y el madroño, símbolo madrileño, también se suma al acto.

A pleno sol, la gente escucha con atención la asamblea. 

La emoción empapa a los presentes.



En la noche del viernes la plaza está a rebosar.