sábado, 31 de marzo de 2012

HUELGA GENERAL 29M

¡Y luego diréis que somos cinco o seis!

"¡Ito, ito, ito, que se caiga el pajarito!"

PERDONEN LAS MOLESTIAS:

... y que se metan por el culo, que se metan por el culo la reforma laboral!

No hay Sol en el horizonte...

Y hasta los niños están preocupados!

Sólo nos queda la "¡Revolution, Resolution!"

viernes, 16 de marzo de 2012

Miradas de autobús

SE BUSCA
Chico guapo, rubio, de ojos claros, cuerpo atlético y fenotipo extranjero (quien no entienda que pregunte), posiblemente del este de Europa. Visto por última vez en una parada de autobús de Aravaca. Recompensa: la felicidad de haber propiciado el amor entre dos locos desconocidos.
Es típica la historia del flechazo en el autobús, o en el tren, o en el avión, o incluso en los atascos. No sé qué tiene la movilidad del transporte que nos enamora; quizá sea la fugacidad, el tránsito con hora de caducidad que nos hace superar la timidez y lanzarnos en los brazos del desconocido sentado a nuestro lado. Primero están esas miradas esquivas, de yo te miro, tú me miras, pero nunca nos miramos (directamente). Un rato después, cuando ya uno se cansa de hacerse el duro, empiezan las miradas más en serio, con su correspondiente sonrisa tímida (o de cachondeo, o de ¡no me lo puedo creer!), la tontería, el “qué le voy a decir”, las ilusiones, los proyectos juntos… y el cuento de la lechera en un minuto.

Luego llega la trama. El momento crítico en que él (o ella según el caso) va a bajarse del autobús, pero aún no habéis cruzado palabra. Va a irse para siempre, perderás su pista, no tienes su nombre, ni su número, ni el lugar donde vive, ni su red social… Ningún lugar por donde empezar a buscarle más que la parada donde se ha subido. Entonces el autobús se para, con una última mirada, bien profunda, directa y con lástima él baja las escaleras y sigue su camino. Cuando el coche arranca esperas una señal para que se gire por última vez. Él espera hasta el último momento, entonces te mira con ojos penetrantes cargados de todas las palabras no pronunciadas, y tú levantas la mano para despedirte, para darle las gracias, para mostrar tu enfado porque se ha ido sin más, dejando la historia inacabada, dejándote con una sonrisa triste en los labios.

La frontera de cristal se hace más grande, él se ha quedado atrás, y tú sientes un vacío profundo en el pecho. Te ahoga que todo haya acabado ahí. En eso, que la frustración te puede y consigues reaccionar a tiempo, bajas en la siguiente parada y corres marcha atrás esperando encontrarle. Ahí está él, te ve enseguida, aminoras la marcha, y dejas que el acercamiento sea mutuo, a cámara lenta… y ahí entra el beso, mudo, sin palabras. Al principio leve, tanteando; y luego con pasión, la pasión ciega de dos locos desconocidos.
Ya luego vendrá el café, la vida o la cama, los porqués y las mil y un preguntas; mientras tanto, la locura se torna realidad.

Pero como en todo cuento, el cántaro de leche se rompe y la realidad se impone. Me bajo del autobús y sólo me queda tu recuerdo en el cristal, esa última mirada para buscarte sin ninguna garantía, porque me pudo la duda y el miedo y no bajé a tiempo, me quedé sentada pensando en ti. Lo peor es que ahora me corroe otra duda distinta, el “y sí…” maldito, la frustración de haber perdido la oportunidad, la historia de amor fallida en el transporte público. Las palabras que no te dije ahora me queman, el vacío se hace grande, tu sonrisa y tus ojos buenos me persiguen, ¿dónde puede encontrarte? 
SE BUSCA: Chico guapo, rubio, de ojos claros, cuerpo atlético y fenotipo extranjero (quien no entienda que pregunte), posiblemente del este de Europa. Visto por última vez en una parada de autobús de Aravaca. Recompensa: la felicidad de haber propiciado el amor entre dos locos desconocidos. 

martes, 6 de marzo de 2012

Adiós, lenguaje no sexista, adiós

Por mucho que esté de acuerdo en que para establecer un lenguaje inclusivo y no sexista haya que recurrir a los lingüistas (ya que para eso son expertos), y que no podemos empezar a hablar como tontos alargando las frases o inventando palabras imposibles, no se por qué me da, que un ministro de educación haga tanto hincapié en la noticia no es bueno. Será por lo mal que me cae o porque le quita demasiado hierro al asunto y no propone ninguna solución; pero, si él no se preocupa por el cambio necesario... ¿seguiremos con este "coñazo" de sistema patriarcal, que algunos como Wert parecen considerar la "polla"?
Wert: "El informe de la RAE sobre lenguaje no sexista está lleno de sentido común"
El ministro ha señalado que el documento refleja que "muchas veces no se tiene en cuenta el criterio profesional" en asuntos que afectan al lenguaje.La RAE había aprobado un informe del académico Ignacio Bosque en el que criticababa que con algunas guías sobre lenguaje no sexista "no se podría hablar".La Real Academia Española critica unas guías sobre lenguaje no sexista realizadas por Comunidades y universidades.
Fuente de la noticia: MSN

Fuente: juntadeandalucia/averroes

sábado, 3 de marzo de 2012

El Caribe y la cultura maya (día 5º, 6º y 7º en Guatemala)

15/07/2011
Amanecer sobre el río. Hoy si que sí, comienza la ruta de los mayas, la búsqueda de las playas caribeñas... ¡Adentrémonos en la frondosidad de la selva!

La noche ha transcurrido sin grandes sobresaltos, parece que las cucarachas se han escondido y, a pesar de las miles de picaduras de mosquito, ninguno hemos presentado síntomas de malaria. Antes de ir a desayunar intentamos ducharnos o asearnos un poco, pero entre que la cortina de la ducha se nos cae encima y que el lavamanos está en mitad de la habitación nos entra la risa tonta. 
Para empezar el día elegimos un completo desayuno en el muelle-bar del hotel, mientras preparan nuestro viaje por el río atravesando la selva para llegar a la costa caribeña. Isaac, nuestro conductor, que tiene muchos amigos nos ha buscado ya a un tal Rigoberto, que nos llevará en su barquito turístico hasta Livingston, un pueblo en plena costa caracterizado por su población afroamericana.


El viaje por Río Dulce es impresionante. El barco se adentra durante un par de horas en la exuberante selva, arrullándonos con el ruido del motor sobre el agua y la quietud de ese lugar salvaje e inhóspito. Primero una vuelta por el lago Izabal y el castillo de San Felipe de Lara, construido para detener los ataques piratas. A la vera del río, en algunos recodos, hay casas y hoteles que se disputan la primera línea para disfrutar del paisaje. Paramos un par de veces a comprar cervezas Gallo fresquitas y así hacer el viaje aún más divertido. En otra ocasión descansamos en unas aguas termales, una fuente termal que vierte agua sulfurosa al río desde la base del precipicio y donde algunos no dejaron la ocasión de darse un baño. Entre los verdes acantilados del margen del río aparecía de vez en cuando algún pescador o paseante en su canoa de un remo (pues no hay carreteras que enlacen con Livingston), y en una de éstas nos llegaron dos niñas pequeñas vendiendo chucherías y collares y pulseras artesanales. Nos dio tanto apuro verlas en unas barcas tan frágiles y trabajando tan pequeñas, que casi les compramos el puesto entero (y sin regatear ni un quetzal). Daba gusto verlas moverse con tanta naturalidad en las aguas del río. 

Llegando ya a la costa se ve una pared blanca en el acantilado donde la gente escribe graffitis. La Pintada, según cuenta la leyenda, recoge estas marcas desde el siglo XVIII.

Una vez en la desembocadura del Río, con Livingston a nuestra izquierda, pensamos que lo mejor era aprovechar la mañana en alguno de los sitios turísticos que nos ofrecía Rigoberto (por unos cuantos quetzales más), y desechando la idea de recorrer 12km más para llegar hasta Playa Blanca, la mejor de la zona y la más parecida a la imagen de las aguas caribeñas que tenemos, nos contentamos con llegar a Siete Altares a sólo 5km.
Siete Altares son un grupo de cascadas y pozas de agua dulce al que para llegar, según dicen, la mejor idea es ir andando por la playa, pero como íbamos mal de tiempo continuamos en barco. Una vez allí tienes que pagar un precio simbólico por la entrada, para el mantenimiento del lugar. Nosotros nada más llegar nos pusimos a hablar con el chamán y su familia que llevan allí todo el negocio, y que encantados te enseñan su rincón sagrado o altar, ya no recuerdo los detalles. 
Después rumbo a las cascadas, trepando rocas resbaladizas por el agua llegamos al fin al gran salto de agua, haciendo paradas por el camino para bañarnos en un entorno selvático y casi desierto, pues pocos turistas nos encontramos en Guatemala. Siete Altares, por las siete cascadas que allí se encuentran, es un lugar mágico y recóndito donde pasar una mañana o todo el día... pero con prisas (como siempre) y después de jugarnos la vida trepando y saltando desde una de las cascadas, volvimos con Rigoberto para que nos llevara de una vez por todas a Livingston. 

Ya en Livinsgton, tras dar una vuelta por el pueblo y admirar su influencia pesquera, preguntamos por algún sitio para comer y nos mandaron al Happy Fish. Por el camino seguimos viendo el pueblo: las extensiones de pescado puesto a secar al sol, los lavaderos colectivos, los puestos de pulseras y las mujeres que se ofrecían a llenarte el pelo de trencitas. Ya en el restaurante Happy Fish, y contra el plato estrella del local, ninguno pedimos pescado para comer, sino que nos pusimos de acuerdo en tomar hamburguesas y caipiriñas... Una mezcla un tanto extraña, pero que, con el mar Caribe a nuestra espalda es lo que nos pedía el cuerpo. Vista la felicidad con que salimos todos, puedo recomendar este emblemático lugar donde tantos amigos hicimos en el transcurso de la comida, pintando caracoles para llevarnos de recuerdo (se nos ocurrió comprar un cuaderno e ir pidiendo a las personas que se nos cruzaran por el camino que nos pintaran un caracol).



Poco tiempo tuvimos para deleitarnos con Livingston, pues nada más terminar de comer volvimos al barco para regresar al Backpacker´s. A pesar de que tenía ganas de sumergirme de nuevo en la profundidad de la selva, me dio pena no haber podido experimentar mejor la vida en la costa caribeña, con sus ritmos africanos y su andar pausado, al cálido sol de tales latitudes.
La vuelta se hizo más rápida, remontando el río un poco embravecido, por lo que todos acabamos empapados con los saltos que pegaba la barca. A las 17.00h ya estábamos en tierra firme, con todo el equipaje guardado y dispuestos a salir rumbo a la isla de Flores, situada en el lago de Petén Itza, localidad turística más cercana a la selva del Petén donde nos esperaba el yacimiento maya de Tikal.
El camino nos deparaba unas cuantas horas en la carretera, así que para amenizar la espera compramos un cubo que limpiamos como bien pudimos y lo llenamos de calimotxo (nos costó disuadir a nuestro conductor, un peligro al volante como para darle alcohol...). Recomiendo a quien haga esta ruta no perderse las vistas,  ya que según pasan los kilómetros cada vez hay menos aldeas (o cada vez son más pobres y menudas) y las extensiones verdes que anteceden a la selva eclosionan con los colores del sol del atardecer. Poco a poco, el terreno asciende y la oscuridad se va comiendo el paisaje, pero la luna de una noche sin nubes ilumina el camino en esas carreteras tan poco señalizadas (eso sí, que el conductor vaya bien atento, porque entre los miles de perros que salen de la oscuridad y las curvas y cambios de rasante...).

Cruzando el puente que une la isla con el borde del lago, entramos en Flores, ya de noche cerrada. Aunque dimos una vuelta buscando hotel, al final dejamos que Isaac nos recomendará el lugar donde dormir, y así acabamos en el Hotel Casablanca, que la Lonely Planet (o "Lonly" para los amigos) define así: "es el primer hotel nada más pasar la carretera elevada. Es de gestión familiar y ofrece habitaciones sencillas y amplias y una terraza para contemplar el lago. Con el flujo constante de coches procedentes de Santa Elena uno se despierta pronto". No recuerdo exactamente el precio, pero no creo que fuera superior a 70 quetzales (unos 7€) por persona, además salvo que las duchas no iban muy bien, nos dieron habitaciones dobles y limpias, y como íbamos a madrugar para estar prontito en Tikal por la mañana, lo de los coches no nos importaba demasiado. Para cenar, fuimos junto al lago (otra vez cubiertos de repelente) a un restaurante de muy buen ver (no recuerdo el nombre) donde nos comimos una ensalada, unos nachos y un arroz blanco, porque algunos no andábamos muy bien de las tripas.
Aunque queríamos disfrutar de la noche en Flores (en el único local que parecía haber algo de fiesta), estábamos tan cansados que acabamos volviendo al hotel.

16/07/2011
Aunque habíamos puesto el despertador a las 6.00, la luz del sol que pasaba por las (hay que decirlo) mierda de cortinas que tenía el hotel nos despertó mucho antes. A las 7.00 todos estábamos en la furgoneta, rumbo a Tikal (¡por fín!).
Yo creo que llegamos los primeros al parque. Pues no había ni un sólo auto y ni un sólo autobús turístico. Antes de entrar ya teníamos a un guía contratado, Jesús (que hubo que pagar más los alrededor de 15€ que nos costó la entrada); pero como era tan temprano, hacía un calor húmedo y sofocante, e íbamos a adentrarnos en la selva, decidimos pararnos a desayunar bien en la cafetería del lugar. En este momento, con más de una hora de espera, comprendimos la calma tan arraigada en el día a día que caracteriza a los chapines, no hay ninguna pena... todo es lentitud. Por ser los primeros, nos tocó esperar a que encendieran la cocina y exprimieran una a una las frutas del licuado que muchos pidieron. Por muy idílico que sea desayunar en Tikal, no recomiendo a nadie pararse a ello, mejor hacerlo con unas galletas en lo alto de algún templo; porque esperar una hora para tomar un sandwich no es lógico, y menos si viene con la bebida en vasos sucios y con pelos humanos flotando en ella, y además, que de ser los primeros nos adelantaran una manda de güiris y nos estropearan las fotos con las pirámides desiertas.

En fin, después de la odisea del desayuno comienza la verdadera aventura (una de tantas). Poco a poco nos vamos adentrando en Tikal, en la exuberancia de la selva, en las pirámides ocultas tras la maleza, en los vestigios mayas que sobreviven a los siglos, en la fauna salvaje y el calor sofocante de un clima tropical...
Elevadas pirámides despuntan sobre el dosel de la selva para atrapar el sol. Los monos aulladores se balancean ruidosos entre las ramas de árboles antiguos mientras papagayos y tucanes de vivos colores se lanzan en una cacofonía de chillidos. Cuando el complejo gorjeo de algunos misteriosos pájaros de la selva se amaina, llena ese vacío el croar de las ranas. Entonces uno cae en la cuenta de que esto es territorio sagrado.

Dicen de Tikal, que se diferencia de otros yacimientos por encontrarse muy metido en la selva, lo que obliga a limpiar anualmente las pirámides que son engullidas por la flora, tras descubrirlas, sepultadas por cientos de años de historia. Tikal data del 700 a.C. y sus templos engullidos por la selva enloquecen a cualquier amante de las civilizaciones perdidas. Con nuestro genial guía, hijo de arqueólogos que trabajaron en este mismo lugar, descubrimos el lago de los cocodrilos a la entrada (con la sangrienta historia de un cocodrilo que creció más de la cuenta y no dudaba de salir de su estanque y meterse en la piscina de un hotel cercano, e incluso comerse a algún niño), la historia de la cultura maya y la fauna del lugar (hasta nos metió por una zona privada para poder ver a los monos araña y los monos aulladores). Al principio sorprende la altura de la Ceiba, el árbol nacional de Guatemala, que casi no conseguimos captar en las fotos, del resto sólo puedo resaltar la subida al Templo IV, el más alto de Tikal, con la frondosidad de la selva a tus pies, y los paseos entre las construcciones y la selva. Por eso, considero que las imágenes pueden decir más que las palabras.



Indiana Jones
Templo I

Vistas desde el Templo IV
*Como anécdota, contar que la Batalla de Yavin del Episodio IV de Star Wars se rodó aquí. 

Conseguimos la pirámide para nosotros solos


Grupo junto al Templo I
Indiana Jones 2




CONTINUARÁ


Aquí dejo los enlaces a hoteles por si alguien está interesado:
http://www.hotelbackpackers.com/overview.php (Río Dulce)
Hotel Casablanca (Flores)