martes, 10 de diciembre de 2013

Esposos de sal

Hoy me caso, en Las Vegas. Mi novio me espera en un pueblito andaluz; mi madre en Madrid.  Mi vuelo a África sale de Barajas en menos de una semana, mientras mi futuro marido aguarda ya en el altar de esta pequeña capilla con luces de neón. ¿Cómo decirle que su mejor amigo extraña mi cuerpo en su cama? ¿Cómo hablarle de esa relación seria que me acosa y de los amantes pasajeros que ahora deciden recordarme? 
No sé cómo afrontar este chiste que es mi vida, pero aquí estoy, en Las Vegas, en pleno desierto en lo más profundo de Estados Unidos, en una ciudad más del inmenso continente americano. Las Vegas, ciudad de perdición. ¿Cómo no iba a casarme? Es el tópico típico de esta ciudad del pecado, y él es Elvis y yo Marylin. Y hay una apuesta de por medio, y un viaje y múltiples secretos, y sexo, mucho sexo. 


Seguramente lleve mucho tiempo leyendo la saga de Canción de Hielo y Fuego, de donde he robado el término “esposas de sal”, pero si digo “una mujer en cada puerto” cualquiera me entiende. Los marineros, esos hombres aguerridos, fieros, curtidos por la sal y la batalla, inquietos y esquivos, sin más amarre que la constancia de las olas. Fueron los primeros viajeros, piratas o comerciantes… tanto da. Cuando el mundo se te pone en bandeja y las leguas de mar te separan de los tuyos, y la noche es fría y exótica, y el mar te ha dejado sediento, y todo es nuevo… Te asomas a otra vida por descubrir, y ya no recuerdas tu casa, ni tu patria, ni tu mujer; sólo los pechos generosos de quien te abrigará esta noche. 

Pero en el siglo XXI ya no son los marineros, sino las chicas de ciudad, quienes quieren conocer mundo y dejarse seducir, sin complicaciones. Por eso Las Vegas y un matrimonio vacío pero repleto de alcohol, y por eso África, que me espera virgen y ávida, y lo que me depare el tiempo, sin ataduras, sin complicaciones, ciudadana mundo. 

viernes, 6 de diciembre de 2013

Sudáfrica, nación de Mandela

Hoy el país se viste de luto para despedirse de su héroe, de su dios omnipotente y particular. Mandela se ha ido, a sus 95 años, con la conciencia tranquila (espero), después de haber convertido un país lleno de odio en una nación en paz, igualitaria (al menos en teoría), donde la diferencia racial empieza a ser cosa del pasado.

Monumento a Mandela en Port Elisabeth, South Africa.

Hace menos de una semana que cogí el avión de vuelta a mi casa, dejando atrás dos meses de aventuras y descubrimiento en este maravilloso país que es Sudáfrica. Él ya estaba enfermo, muy enfermo, mantenido con vida por máquinas cargadas de intereses. Aún así, su presencia en el país era palpable, a pesar de la tensión en el aire que auguraba que el final se acerca. Su imagen te persigue en los museos, en las calles, en las camisetas de los turistas y hasta en las de los propios sudafricanos. Es un símbolo, una imagen de orgullo, un reclamo, el triunfo de los derechos humanos sobre la tiranía, el perdón extremo, el renacimiento sin rencores... ¿Cómo alguien que ha pasado 27 años en la cárcel, en ese islote aislado del mundo que supone Robben Island, condenado por defender y luchar por los derechos humanos y la igualdad y la libertad y todas esas cosas buenas que queremos todos, cómo alguien que ha sufrido el desprecio por su color de piel, y ha vivido la destrucción de su familia a manos de aquellos blancos que se creían superiores, cómo alguien así es capaz de salir y perdonar y convencer a su nación de que perdone y olvide?

Por eso Mandela es el icono que es, y su lucha por la libertad no acaba con él, sino que continúa en su recuerdo. Gracias Madiba por esperarme, por dejarme vivir contigo esa Sudáfrica, esa tierra prometida, mixta, bella y eterna. 

La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré para la eternidad. Nelson Mandela

martes, 10 de septiembre de 2013

Los cinco sentidos

¿Que si estoy bien? No, claro que no, cómo voy a estarlo. Por supuesto le sonrío al móvil mientras te envío un escueto "sí", aunque los ojos me traicionan, pero no puedes verlo.

Me urge tocarte con la palma de las manos, escurriéndome despacio por tu cuerpo desnudo. Palparte con fuerza y sentir que me abrazas de manera infinita, aunque sólo sea un segundo. Quiero que me duelan los labios de besarte, y morirme de cosquillas en tu cama, y que te precipites, loco, desde mi cadera hasta el cielo, en espasmos de placer. Sólo así estaría bien ahora, sabiéndote mío, con tus sentidos babeando, arañando, asfixiándose por mí, colapsados de mí, sordo al devenir y miope, para amarrarte muy cerca.


Pero te me escapas, subido al balancín de los recuerdos, y de vez en cuando, paladeas su nombre, agrio y en susurros, una amenaza encubierta a punto de reventar. Y el miedo me escuece y me arrebujo. Hace frío y es verano, aún. La ola nos acuna y furiosa nos aleja en la tempestad de una noche sin retorno. Chapoteo en la cama, asfixiada y lejos, muy lejos de tu piel y de tus brazos, y de tu cama y de tu sexo; sola mientras ella se interpone, el fantasma que te acosa y me desvela.

Dime si subes o bajas, siempre me he mareado con el vaivén de las dudas y con los nombres antiguos de mujer. No me gusta compartir el espacio en tu cabeza. Y si me eliges, y me dices “ven”, sabes que yo te beso y te observo, te acaricio y te escucho, te aspiro. Y te muerdo con los ojos y te desgarro, y me bebo todos mis celos atragantados, y rompo con el miedo. Yo te siento, con todos los sentidos. 

lunes, 26 de agosto de 2013

Despedida

Luarca me quema por dentro. Me despide oscura y lluviosa, al contraste con los días de sol y fiesta, como si de alguna extraña manera fuera consciente de mi partida y mi duelo. 

Luarca me cala el corazón y me lo arrasa y lo trastoca, y me empuja mar adentro y me confunde y me ahoga y me abrasa en su locura. 

Y cuando me voy me siento más sola y más vacía, supurando recuerdos, con el corazón seco y los ojos cálidos, húmedos de tu ausencia. Yo te lloro Luarca, porque cuando no te tengo sólo puedo pensarte. 



miércoles, 14 de agosto de 2013

Pequeña

Otra vez te marchas y yo me quedo aquí pequeña. Me pesa cada kilómetro que nos separa y cada día que no te tengo para enfadarme contigo o para darte un beso. Me siento pequeña en tu ausencia, una hermana mayor desmembrada y patética que no sabe enfrentar su futuro, y que espera incansable tu vuelta. 

Sé que toca mover ficha, abrir el mapa y elegir destino, comprar un billete y vivir aventuras; pero parece tan difícil. No sé por dónde empezar, no sé si estoy preparada, sólo sé que hoy nos despedimos y que tú te vas lejos; y yo sigo aquí pensando, sin ninguna atadura y sin ninguna meta, mirando por la ventana la sonrisa de luna creciente que, amarilla, se ríe de mi insignificante existencia.  

Cuídate en mi ausencia, vuelve a casa, en algún lugar del mapa nos encontraremos. Te espero el próximo verano.

"Llevo tu corazón conmigo, lo llevo en mi corazón."


Unidos

Estas aquí y no estás. Aún te sentimos. Aún nos quemas la memoria. Aún nos persigues en sueños. Aún creemos en la magia de encontrarte de vuelta. 

Aunque ya casi no te mentamos, a veces hablamos de ti entre susurros, para no perturbar tu paz ni nuestro duelo. 

Hoy, estando juntos, nos tropezamos contigo en una noche fresca para expiar pecados, para preguntarse por qué, para darle mil vueltas más al caso. Es agosto, pero sentimos tu frío en la piel, tu aliento en la nuca y tu ausencia en los ojos, que nos lloran tímidos, húmedos de recuerdos. 

Gracias por mantenernos unidos. En tu destrucción nos creaste. Juntos te lloramos, y juntos superamos tu ausencia. Seguimos con nuestras vidas, pero sin olvidar que gracias a ti aquí estamos, fuertes, juntos, unidos. Cojos sin ti, pero vivos. 

Vuelvo a casa sola. Cruzo la rotonda. Miro la valla del cementerio. Aparco. Me meto en la cama. Y la culpa no me abandona. Lo siento. Te odio. Te quiero. Gracias. 


lunes, 12 de agosto de 2013

Tontunas de amor

“Con el amor no basta” es una lección que tod@s deberíamos de aprender. Nos machacan la mollera con escenas de amores imposibles que todo lo pueden, con relaciones de cuento y perdices, imágenes que nos llevan a anhelar la desdicha de un amor tan intenso, pero que nunca enseñan el final.

Desde bodas inverosímiles con perfectos desconocidos a los que se jura amor eterno, hasta abandonar un futuro prometedor por un calentón tonto en un viaje exótico. Ellas juran que es amor, no sé que dicen ellos, pero ¿hasta qué punto es real o, quizá, de película? 



Soy la primera sensibloide que se traga estas películas, la primera que quiere vivir aventuras y caer en la pasión más tórrida, vivir lejos de la realidad, un tiempo en el engaño... Pero desgraciadamente cuántas de estas historias sobreviven a la rutina, al conocerse, a la desesperanza de todo principio sin dinero y sin trabajo, o desgraciadamente, al que haya otras turistas de por medio.

Por eso mismo, sabiendo que el final no es lo que promete, piénsate dos veces el dejar toda tu vida, tu familia, tus amigos, tu futuro… por la sombra de una promesa de amor sin fundamento. Búscate tus propias aventuras, conoce el amor con calma y sin forzarlo, no lo inventes, piensa en ti y en lo que quieres, no seas tonta, o tonto, o lo que toque en cada caso. El amor nos vuelve tan gilipollas… aunque sea un amor de película, de prestado. 

sábado, 10 de agosto de 2013

Catástrofes

Instantáneo. Repentino. Sin previo aviso. El primer segundo sin ti, cuando te escurres entre mis manos histéricas, un primer segundo de tantos otros eternos, un segundo que coincide con el aniversario de la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki. 

Ya no estás. La habitación ha quedado en calma. No se oye el estertor, ni los gritos, ni a los médicos. Sólo el lamento ahogado de ella en una esquina. Por un segundo me siento vacía, liberada, ya no hay shock, ya no hay ruido, ya no estás. Luego viene la explosión que todo lo arrasa, el hongo tóxico de pánico miedo y dolor. Ya no queda nada, estoy sola y tú te has ido. 


miércoles, 24 de julio de 2013

El hombre de los ojos tristes

Recuerdo las noches de bares y los días de playa y lluvia. Recuerdo tu alma de filósofo, de bohemio maduro, de tímido seductor de ojos vivos. Recuerdo también tus consejos, tu amor de padre, tus ganas de verano con sidra. 

El cielo sigue nublado; la noche se escancia de estrellas; huele a prado, a mar bravío; se escucha su romper eterno contra la roca; se arropa el tiempo… Pero ya no suena la guitarra en la playa, ni el sol explosiona en despedida. Los animales vuelven al redil mientras tu sonrisa se apaga, firme pero sin vida. 

No es fácil la vida de exiliado. Tus ojos me miran ahogados, líquidos en tu sonrisa eterna. Parece que los buenos momentos se diluyeran en ellos, y que la pena y la pérdida permanecieran allí congestionadas. La crisis arrasa con todo, nos maltrata el alma y los sueños, nos quita el trabajo, la familia, el verano de sidras y playa y lluvia y norte y estrellas. Los ojos exhiben la soledad de tu alma, brillantes, tristes y solos, a contrapié con tu alegría amable pero fingida. 

Te veo perdido, aquí en el fin del mundo, en el paraíso que antes te hacía sonreír hasta los ojos, y ahora te mantiene, atado a su tierra y a sus animales, lejos pero consciente del pasado, con miedo a un futuro falto de esperanza. 

Pero la última escena, al calor de un pitillo en una noche húmeda, filosofando como antes en tertulia, sin prisas, junto a tu hijo y una mujer a la que acaricias la mano debajo de la mesa, me devuelve el regusto tibio de la sidra, y pienso que todo podría ser peor y que tus ojos aún tienen tiempo para recuperarse, y ya parece que brillan menos, un poco más secos de pena.

“Es tan triste la noche que tu canción sabe a derrota y a miel”.



domingo, 5 de mayo de 2013

Discurso de boda para mis tíos


Queridos amigos y amigas, y familia al completo:

Estamos aquí reunidos para celebrar, por fin, la unión entre Olga y Jorge. Supongo que hablo en nombre de toda la familia al decir que este es un momento que llevábamos esperando bastante tiempo. Son ya varios años y experiencias compartidas: viajes, cumpleaños, comuniones, nacimientos y bautizos… pero ¡nos faltaba la boda! 

Veo a mi tío Jorge, “el chiquitín de la casa” (hasta que llegué yo), el tío way que todo sobrino quiere tener, ahora convertido en todo un padrazo (y no por ello menos way), y me sorprende lo mucho que cambian las cosas. No sé muy bien cómo, ni cuándo, ni por qué, pero en un momento determinado, estos dos se conocieron, saltó la chispa… y Olga entró en nuestras vidas para quedarse. Al principio nos desconcertaba su exotismo, su acento extraño, su pelo rubio y las tartas con semillas de amapola y el pavo para cenar en Nochevieja. Pero sin darnos cuenta, todos nos hemos ido adaptando a esta interculturalidad hasta ahora desconocida, y hoy celebramos la entrada oficial de Olga en nuestra familia, lo que no quita que realmente ella forme parte del club desde hace ya mucho tiempo.
  
No vino sola. Se trajo consigo a Antonio, las eternas matrioskas, palabras en ruso impronunciables, y un montón de zapatos del mismo número que el mío. Así entró e inundó la vida de Jorge y la nuestra. Ajenos a las convenciones, y saltándose los pasos básicos de la trayectoria de vida típica, los dos, o mejor dicho los tres, se fueron a vivir juntos… hasta que llegaron Max y Mya y se acabó la paz (...). Pero aún así, en medio del caos y la locura que dan los niños, aquí están los dos, celebrando su amor y compromiso. 

A veces el amor asusta un poco, y da vértigo sólo de pensar en el futuro. Pero aunque la prudencia sea sabia, ¿qué es la vida sin un poco de riesgo? Lleváis juntos ya varios años, pero hoy es oficial, comienza la aventura, no hay vuelta atrás… ¿Estáis preparados? Por supuesto, sólo tenéis que continuar como hasta ahora. No podemos seguir postergando las cosas. Parece que nos gusta pasarnos la vida esperando, convenciéndonos de que todo será mejor mañana cuando encontremos un trabajo, o cuando lleguen las vacaciones, o cuando nos compremos un coche mejor, o cuando nazca el primer hijo, o cuando crezca y se marche de casa… o cuando nos casemos. Pero eso vosotros ya lo tenéis ganado, ya lo tenéis todo, no os falta de nada… Sólo os queda vivir cada día como si fuera el último, rebosantes de amor y de cariño, compartiendo la alegría entre vosotros y con vuestros hijos, y continuando pasito a pasito este matrimonio. 

Aquí estáis, con tres hijos y un pasado, temblorosos y dispuestos a apostar por un futuro aún incierto, pero juntos. Además nos tenéis a nosotros: vuestros padres, hermanos y sobrinos, que estaremos aquí para apoyaros, en la salud y en la enfermedad.

Si alguien tiene algo que decir, que hable ahora o calle para siempre…

Si no, sólo me queda desearos toda la felicidad del mundo y darte la bienvenida tía Olga
Fuente: blogboda.com


lunes, 15 de abril de 2013

Ya es primavera

Tengo mi particular teoría de que la primavera no empieza hasta el primer piropo (obsceno o no) de un desconocido. Cuando el calor aprieta y los primeros hombros desnudos se asoman tras los tirantes y se dejan las chaquetas en casa y se enseñan las piernas, cuando la piel se expone aún tibia de invierno esperando el bronceado, es entonces, y sólo entonces, cuando de improviso notas una mirada, una vuelta de cabeza, un comentario morboso… que te desnuda en plena calle y te justifica la sensación de que ya es primavera. Ni los meteorólogos, ni los primeros brotes del almendro, ni la ola de calor. La libido suelta por las calles es el método infalible para saber que ya podemos olvidarnos del abrigo, quitarnos el negro y explosionar de color. 
Fuente: capetownmagazine.com/holi-one

martes, 9 de abril de 2013

Luto a las ganas de vivir


De luto nos empieza esta semana de abril, donde casi es obligado vestir el negro en la calle.  Primero la Thatchter, entre celebraciones y llantos, rota por fin su carcasa de hierro. Le seguían en esta semana maldita, nuestra Sara Montiel, cansada de esperar fumando, y todos los muertos del telediario a los que nadie llora desde el televisor. Pero a mí el que más me duele, con sus 96 años apagados de golpe, es Sampedro. Mira que casi no le conocía yo, que poco me había asomado a sus letras hasta ahora, pero con ese aire de humanista y sabio, de viejito cercano, de indignado… con esa sapiencia llana que divulgaba en la sociedad, llamando a los jóvenes a la revolución, sí que siento que hemos perdido todo un referente del momento. La vida era su musa, su pasión y su causa, y él ha sabido vivirla hasta el final, libre de imposiciones, aprovechando hasta el último suspiro  para instruirnos con su ejemplo.

Esta semana el mundo está un poquito más vacío de sentido, y no por la Thatcher, ni por la Montiel, sino por esa vida bien vivida que se nos marcha. Hay que tener cuidado en estos días, pues la Parca anda un poco alterada. Aprovechemos los días que nos queden alegres de vivirlos, unidos por un cambio de perspectiva hacia un mundo más justo, donde todas las vidas tengan la opción de ser disfrutadas. Sampedro con su prosa eterna nos anima, y a mí me duele un poquito su ausencia. Guardaré el luto por él, y por los fantasmas que me pesan, que en estos días aciagos, me acompañan. 

CREDO PERSONAL 
(Autor: José Luis Sampedro)

Creo en la Vida, Madre Omnipotente,
creadora de los cielos y de la tierra.
Creo en el Hombre, su hijo,
concebido en creciente evolución,
progresando a pesar de los Pilatos
que inventaron sus dogmas reaccionarios
para aplastar la Vida y sepultarla.
Pero la Vida siempre resucita
y el Hombre sigue en marcha hacia el futuro.
Creo en los horizontes del Espíritu
y en la energía cósmica del mundo,
Creo en la Humanidad siempre adelante,
creo en la Vida perdurable.

Amén

miércoles, 3 de abril de 2013

Autocrítica


Cuando el mundo te da la espalda, no sirve con tocarle el culo, quizá haya algo que no funcione en nosotros mismos. No siempre hay que culpar de todo a los demás. Hoy toca mirarse en el espejo y decirse a la cara la verdad, o al menos intentarlo. 

¿Para qué engañarnos? Soy cabezota. Me gusta llevar la razón, si hace falta a gritos, y me reservo la última palabra envenenada de ironía mordaz. Hay quien dice que la ironía es un escudo protector, que en mi caso tiene que cuidar de un orgullo sensible y fácil de enfadar. Así soy yo a bote pronto, borde cuando me tocan la moral. Pero este orgullo, este airamiento que me sacude a ratos, no es más que el simple reflejo de una pasión un tanto desmedida. No me toques mis causas perdidas ni me rompas los sueños. Emocionarme se compra con muy poco aliento: un beso, un viaje, un jueves con amigos… promesas que me dan la vida, y me derrumban cuando se las lleva el viento. Así soy yo, bipolar a ratos, estrafalaria en gustos, nefasta en novios, resabiada, agónica, escritora frustrada, intempestiva, soñadora, curiosa y sensibloide.

Pero idealista al fin y al cabo. 

martes, 26 de marzo de 2013

Precipitarse


Precipitarse. Ascender a categoría de sentimientos los impulsos más básicos. Sexuales sí, impulsos sexuales. Hasta hace muy poco, creía en la pasión como sinónimo de amor. Ahora sé cuánto me equivocaba.

Hoy es martes, sólo le faltaba el 13 para caer en el tópico típico de fatídico día. Llueve, para rematar. Dentro de un coche, casi en marcha, me he enterado de que se acaba todo: que ya no habrá más jarras de cerveza, ni clases de alemán, ni películas en el sofá de sus abuelos, ni un “vente a mi casa que no están mis padres”, ni masajes, ni discusiones absurdas, ni sexo en el coche, ni salir rápido de trabajar para pasar por su puerta. Ya no habrá un whatsapp de buenas noches, ni figuritas impresas en 3D, ni un triste “te echo de menos” susurrado al teléfono. 

Ahora, rebotando en mi cabeza, sólo quedan esas promesas atragantadas por las prisas, las palabras pronunciadas sin pensar, el “para mí no hay otra”, las sorpresas sin abrir, los tan escasos aniversarios que no dio tiempo a celebrar, y el rencor de que sea otra la que habite su mente. No sé dónde ha quedado el erotismo de ayer. Las sábanas siguen desechas, pero yo tengo frío. Hay que cancelar los planes de la agenda, las mejores películas del año tendrán que esperar a que se me pase esta manía transitoria de rechazo a lo que a él me recuerda. 

Pero con las prisas, poco tengo suyo, más que algún recuerdo, y un par de fotos difusas en el cristal de un tren. Y el dolor de cabeza. Y la inseguridad creciente. Ha sido un amor de prestado, rápido y joven. Precipitado en su alcance, pues quería correr mucho pero se quedó sin fuerzas en el sprint de salida. Ahora sé que no hubo amor, sólo la locura ciega del momento, sólo la pulsión básica de Freud, sólo sexo. Sexo, helados y franquicias baratas miércoles y domingos. 

Precipitarse: cuando tu reciente pareja aún piensa en la anterior.


miércoles, 13 de marzo de 2013

Habemus Papam

Patriarcado en vivo y en directo para todo el mundo. Ya tenemos nuevo Papa, elegido entre una cúpula de 115 ancianos (que no ancianas). Si mi vínculo con la Iglesia ya estaba prácticamente extinguido, desde luego que estos recordatorios mundiales y carcas que invisibilizan a la mujer no ayudan. Por una actitud un poco más feminista y adecuada a los nuevos tiempos, en la Iglesia y en todas partes. Amén.
El Roto. 13/03/2013. Extraído de El País.

Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia. 
(Mario Benedetti)

lunes, 11 de febrero de 2013

STOP DESAHUCIOS


Estoy cansada de la frivolidad de nuestros gobernantes, de su hipocresía, de su estoicismo ante la desgracia ajena. Yo no podría dormir sabiendo que estoy permitiendo una media de 500 desahucios al día, lo que supone miles de personas en la calle, familias, niños... sin un techo, sin un hogar, obligados a la exclusión. Yo no podría dormir sabiendo que hay cinco millones de casas vacías en mi país, y que miles de personas no tienen una casa a la que acudir. Yo no podría dormir y al mismo tiempo obligar a alguien a pagar una hipoteca de una casa que acabo de quitarle. 
Si como yo estáis cansados de este Gobierno que nos quita la casa y hasta las ganas de vivir, apoyar la propuesta de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que ha conseguido llevar mañana al Congreso el tema de los desahucios, proponiendo "la dación en pago, el alquiler social y una moratoria sobre los desahucios, lo que supondría un verdadero balón de oxígeno para decenas de miles de familias vulnerables y sin apenas ingresos" (Avaaz.org). Aún hay tiempo para sacudir las conciencias del PP e intentar que se den cuenta de la situación real a la que quieren dar la espalda. Escríbe aquí para que se oiga tu voz. Os dejo también mi carta personalizada:

Al Presidente del Gobierno, la Vicepresidenta Primera, y los Ministros de Economía y Justicia,  

Queridos (por mera formalidad) gobernantes, 
¿no se cansan de tantas movilizaciones, de tantas quejas y protestas ciudadanas? ¿No se dan cuenta que las cosas no funcionan? ¿No entienden el sufrimiento humano que provocan? 
Les gusta soltarnos a diario el discurso aprendido de "si yo les entiendo", pero es mentira, ustedes no entienden nada, no son capaces de ponerse en el lugar de su pueblo, ni saben cuidar de él. Sólo saben explotarlo, y ven a sus integrantes como números, no cómo personas. Pues bien, ¡ya estamos hartos! Hartos de pagar por los errores de otros, hartos de que nos roben los derechos a fuerza de recortes, y hartos de que se priorice el capital económico sobre el capital humano. Cuando ustedes se encuentren en la calle, sin un techo bajo el que vivir, ahogados por la deuda de la misma casa que les acaban de quitar, y tengan que llevar a su familia a unos servicios sociales abrumados y cada vez más escasos por la misma crisis que ustedes han creado, entonces sabrán lo que se siente. 
Ojalá les toque algún día, y se arrepientan de ese discurso hipócrita y manoseado que soltaban a las masas en su momento de bonanza. Ojalá lo vivan en sus carnes y sufran más de lo que estas personas, víctimas de su sistema, están viviendo. Pero claro, con su sueldo de político, la contabilidad B, los sobresueldos, etc., etc., ¿qué podemos esperar? 
Si aún queda un poco de humanidad en vosotros, que ya no ustedes, porque el respeto lo habéis perdido a fuerza de ignorarnos y de quitarnos esperanza de vida, por favor, pensar de verdad en todas las personas en proceso de desahucio, en sus familias, en sus hijos... y en todas las casas libres que hay en España, y en la conciencia personal, y en la injusticia que supone echar a alguien a la calle y matarle a deudas. 
"Les pido que garanticen la admisión a trámite de la iniciativa legislativa popular planteada por la PAH. Les exhorto a que apoyen las medidas planteadas en ella, como el alquiler social y la dación en pago, dirigidas a ayudar a miles de familias. Llegó la hora de anteponer los derechos de los ciudadanos a los beneficios de la élite banquera".
Atentamente, 
Eva 
España   

Aunque no quiero ser pesimista, todo parece indicar que mañana el partido con mayoría absoluta que nos gobierna votará NO en el Congreso a esta medida humanitaria, por lo que se ha convocado una manifestación el 16F a las 18.00 horas en Colón para luchar por una vivienda digna. Allí os espero. 


jueves, 31 de enero de 2013

Follamigos. Límites infranqueables


Yo soy la primera que no puede negar la evidencia del buen servicio que presta un amigo con derechos. Los hay de muchos tipos y con distintos grados de confianza: de los que te sirven para una noche loca, con los que puedes hablar, a los que llamar en cualquier momento del día, los que te llaman en cualquier momento del día, ex-novios insistentes, etc.

Cada uno se monta sus relaciones, sus líos, sus amantes discretos, triángulos o cuadrados o polígonos amorosos con más vértices que en la clase de matemáticas, donde nadie sabe donde acaba o donde empieza ese intercambio de fluidos que es la vida. Al follamigo no se le exigen explicaciones: sólo sirve para la urgencia, para el deseo, para una noche de amor anónima, libre de sentimientos, libre de preocupaciones, sólo sexo; sexo y una charla casual entre amigos. 



Pero como en toda relación, siempre hay alguien que sale perdiendo. En algún momento, ese contrato tácito de espacio libre de sentimientos se rompe; alguien empieza a querer más, a demandar más, a esperar un amor que muchas veces no existe. Esta situación le convierte en el vulnerable de la ecuación, en el débil y dependiente del capricho del amigo con derecho a roce. Es en este momento cuando aparecen los celos. Nadie quiere saber que su follamigo tiene otros revolcones en camas ajenas, aunque se intuya, nadie se lo cuenta a su pareja ocasional. ¿Los celos están permitidos? Esa es la gran pregunta de estas relaciones. Cuando uno espera y espera ansioso la llamada, temblando ante la idea de insistir, y con la inseguridad comiéndose el alma a cada rato; es en esos momentos cuando ya no sabes qué hacer, cómo comportarte, cómo seguir adelante con esa intriga existencial: ¿se ha acabado? ¿Hay otra persona? ¿Se ha cansado de mí? No hay nadie que responda a estas preguntas, sólo el silencio del móvil. A veces hay suerte y vuelve a ti, otras… la espera puede ser eterna. 

No hay reglas en estas relaciones: los follamigos van y vuelven, conoces a algunos nuevos, te despides de viejas amistades, te abandonan, se enamoran. Hay miles de combinaciones posibles. Lo que no debes olvidar es cuál es su función. Su trabajo es simple: alegrar las tardes perdidas o las noches vacías, sacudirte el cuerpo, regalarte un orgasmo mutuo y la felicidad del instante. Si en algún momento tu “amigo” te hace daño, te maltrata el alma, te hace sentirte frágil ante el espejo… sácale de tu vida, porque tú vales más, mucho más que un polvo ocasional. No dejes que la obsesión te quite la seguridad en ti mismo, no dependas de gente que no te quiere, disfruta con ellos del momento y a otra cosa. Sin sufrir. Sin esperar. No podemos cambiar  a las personas, pero sí estar a gusto con nosotros mismos. 


miércoles, 2 de enero de 2013

2013


El 2013 ya está aquí. Agónicos, aún sobrevivimos. Hemos superado otro fin del mundo más y un año de Rajoy en la Moncloa. El 2012 no me ha gustado demasiado; hemos tenido momentos buenos tú y yo, pero la ilusión se me ha ido escapando cada vez que ponía las noticias. Por eso muchos darían gracias por que acabara la pesadilla, aún sabiendo que el 2013 trae el mal presagio implícito en sus dígitos. 

Hay mucho supersticioso que preferirá un 12+1, pero a mí el 13 siempre me hizo gracia. Más mala suerte que el 12 no puede traernos, ¿o sí? Por ser positivos, digamos que el 2013 es un año nuevo, por lo tanto “vida nueva”. Hagamos balance y esperemos con ganas lo que nos deparará el año nuevo:

Este año que se ha ido he aprendido a quererme un poco más, y a sufrir un poco menos.  A la fuerza he entendido que el amor no lo es todo, y que las personas no siempre expresan lo que quieren decir, que las palabras se las lleva el viento, y que sólo los actos y la constancia son prueba de que importas a alguien. 
He aprendido a sobrellevar los días lejos de mi hermana, con el peso de su ausencia, pero llenando ese vacío con el calor de los buenos amigos, de las noches en el Búho, de sentirme hija única con unos padres también un poco vacíos que quizá me necesiten más que nunca. 
He entendido al fin que el “qué dirán” poco importa, que lo importante es ser feliz y estar a gusto con tu forma de vida, alternativa o no. También he aprendido que el pasado siempre vuelve, y a veces hasta con afán persecutorio.

Este 2013 espero entender de una vez por todas los tres años de carrera; exiliarme (que es la moda) en un país de habla inglesa; seguir luchando contra la deshumanización a la que nos somete este gobierno; viajar a más países y si se tercia a nuevos continentes; aprender alemán; hacer amigos nuevos y cuidar de todos aquellos que me cuidan cada día; sonreír un poco más y estresarme un poco menos; seguir siendo una idealista y una soñadora empedernida, por mucho que el mundo quiera quitarme la ilusión. En resumen, espero construirme un futuro, desafiando todos los malos presagios que nos lanzan los políticos a los jóvenes de hoy en día, y por el camino dejarme seducir por las circunstancias de la vida, disfrutar del amor libre y superar las desilusiones que me ha dejado el 2012.

¿Quién se apunta a cambiar el mundo? Por un 2013 de renovación y de esperanza. ¡FELIZ AÑO A TOD@S!