jueves, 27 de septiembre de 2012

25S


"Ni de izquierdas ni de derechas. Somos los de abajo y vamos a por los de arriba"

"Me sobra mes a final de sueldo"


lunes, 24 de septiembre de 2012

Les invitamos a desocupar el Congreso


“Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Debemos recuperar la confianza de los mercados. Gastamos más de lo que tenemos. No podemos dejar caer a los bancos. No tenemos elección. ¿Cansado de la canción del verano?”. Si te sientes identificad@ con este breve pero conciso anuncio de Salvados, tu próxima cita ineludible es acudir el 25S a tomar el Congreso de los Diputados. 

Estamos cansados, sí muy cansados. Creo hablar por mucha gente al decir que estamos cansados, sino hartos, de que todas las mañanas salga el ministro de turno diciéndonos que tenemos que apretarnos el cinturón un poco más. El cinturón del que hablan se ha convertido más en una soga al cuello para muchas familias que en una simple metáfora:
Sube el IVA al 21%, sube la luz y el gas, sube la gasolina, sube el transporte público, suben las tasas de universidad al 40% (en Madrid), sube la tasa del paro, sube la prima de riesgo, sube el cine y los teatros y cualquier otro plan cultural, suben los medicamentos, sube el comedor y hasta el tupper para la escuela, sube el número de personas sin hogar, suben los índices de pobreza. Lo que baja son las becas escolares y universitarias, bajan los sueldos, baja la cuantía de la ley de dependencia, bajan las pensiones, baja la indemnización por despido, bajan los recursos sanitarios y educativos, baja el presupuesto de investigación, baja el número de profesionales cualificados en España que están huyendo de esta situación, bajan las ayudas sociales hasta el mínimo, baja también la conciencia humanitaria al recortar en cooperación internacional y al prohibir a los inmigrantes acceder a la sanidad.

Desde el ascenso al poder del Partido Popular se ha ignorado deliberadamente al grueso de la ciudadanía para favorecer los beneficios económicos de una clase minoritaria y, de esta manera, incrementar la distancia entre “ricos y pobres”. Rajoy, a los pies de Europa, con Merkel a la cabeza, no sabe más que asentir a los rescates financieros que salvarán a los bancos corruptos a un interés a costa del ciudadano. Ya estoy cansada de esta Unión Europea (que debería seguir con el apodo de Económica) que reduce lo político a lo económico, ya que sólo se interesa por el beneficio final y no por los atentados contra el Estado de Bienestar que se cometen para pagar los intereses del préstamo. 

Si no reaccionamos ante la mentira y la injusticia social que están construyendo, llegará un momento (para muchos ya real) en que lo normal será quedarse en casa (quien disponga de ella) a la luz de las velas (pero cuidado con el precio), arropado con mantas remendadas para aguantar el invierno, sin salir a la calle más que para dar cortos paseos pues la gasolina es prohibitiva y el transporte público se ha privatizado. Todo el tiempo que te sobrará por estar en el paro podrás invertirlo en educar a tus hijos ya que tu subsidio no te dará para pagar la escuela pública, y menos aún la universidad, ni siquiera para una dieta equilibrada. No pienses en ir a ver el último estreno de El Señor de los Anillos, pues la película saldrá en 3D lo que supone más de 10 euros por entrada. En definitiva, no pienses, no actúes, no te movilices. Acepta ciegamente todo lo dispuesto, hasta que nos convirtamos en una masa informe, carente de expresión, analfabeta y sin finalidad alguna.

Si no quieres caer en esta anomia, revélate al orden establecido, a este orden injusto e inhumano donde las personas de a pie estamos cansadas de pagar la deuda de banqueros y empresarios. Que se aprieten ellos su cinturón de marca. Nos vemos el 25S, con un tupper bajo el brazo, para invitar a la clase política dominante a desocupar el Congreso.


Vídeo de los seis primeros meses del Partido Popular. La Herencia recibida: 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Carta para el desarrollo de la humanidad


A quien convenga:

Queridas personas, 
Les escribo por ser los y las representantes de nuestro apreciado Planeta, cada vez más envuelto en la miseria y la marginación, la pobreza y el hambre, y dentro de poco, la destrucción ambiental.
Para superar las diferencias quizá la solución sea acudir a los extremos. ¿Qué pasaría si nos forzáramos a darle la vuelta al mundo? 



Lo que parece que se nos ha olvidado, sobre todo a los que vivimos en el Norte opulento, es la solidaridad que debe llevar implícita la condición humana. Para recuperar los lazos sociales perdidos, la comunidad olvidada, y la preocupación por alguien más que no sea nuestro propio reflejo en el espejo, hay que establecer medidas drásticas. La idea base de mi propuesta es, como ya he dicho, darle la vuelta al mundo, es decir: hacer que los más poderosos se conviertan en los más pobres; que los que vivimos en el Norte vivamos en el Sur;  y viceversa, que todos experimentemos lo opuesto a nuestra vida, de pobre a rico o de rico a pobre. Aunque sea sólo por un tiempo, el tiempo suficiente para aprender lo que es no tener nada, y valorar lo que teníamos, pues de todos es sabido que uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde.

Pero este cambio de vida y de percepción estaría incompleto si dejáramos de lado la perspectiva de género. A toda esta revolución hay que añadir el cambio de roles, ya que de poco nos sirve un mundo concienciado y solidario que sigue manteniendo a la mujer dominada y sumisa. Para que el hombre se libere del espacio público y aprenda a disfrutar de la privacidad de su hogar, y para que la mujer se empodere y llegue a conquistar las esferas más altas que le habían sido negadas, liberándose por el camino de las cadenas que imponía el sistema patriarcal; para conseguir todo esto la revolución no sería suficiente si no implicara el cambio de las conductas consideradas femeninas o masculinas. Para ello los hombres habrán de pasarse por mujeres, dedicando tanto tiempo como ellas a las tareas del hogar, al cuidado de los hijos y de sus mayores, viéndose desbordados en el camino; y las mujeres, en el lugar de los hombres, accederán a la educación, aprenderán a desenvolverse en el mundo público y comprenderán la rivalidad inútil y cansada que supone el hacerse pasar por el “macho dominante” a todas horas.


Gracias al ejemplo aprenderemos. Al experimentar las injusticias en sus propias carnes, o los beneficios del poder y el dinero, la gente cambiará y se hará más sensible a las relaciones de poder, y no permitirán ser pisoteados nunca más. Se romperán los estereotipos y las prácticas impuestas, y todos podremos compartir los espacios y los mundos, permitiendo un desarrollo más equitativo.

Esta es mi idea, un cambio necesario para entender la desigualdad, para aprender de ella, y para destruirla. Ahora sólo queda que ustedes, que hasta ahora poco han hecho por solucionarlo, pongan las medidas oportunas para este cambio de vida. 

Atentamente: 
Eva R P